Fósil viviente, atractiva opción en Jardín Botánico de Granma (+ video)

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Por  Maité Rizo Cedeño | 31 mayo, 2018 |
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Jóvenes de Granma junto a la Palma Corcho , en el Jardín Botánico Copaynicú, de Guisa. FOTO/ Tomada del perfil de Facebook de Yasel Toledo Garnache

Guisa, Granma, – La oportunidad de ver y conocer sobre el fósil viviente Microcycas calocoma, conocida comúnmente como Palma Corcho, es uno de los atractivos del Jardín Botánico Cupaynicú, el tercero en riqueza de Cuba.

La planta, endémica de la provincia de Pinar del Río, es considerada un fósil por su origen prehistórico y constituye la única especie declarada Monumento Natural Nacional en Cuba, según explica Yasmani Díaz Nápoles, guía del Jardín Botánico granmese, denominado Cupaynicú.

Jardín Botánico Cupaynicú, en Granma, una belleza natural

Jardín Botánico Cupaynicú, en Granma, una belleza natural

Publicada por La Demajagua en Miércoles, 30 de mayo de 2018

El ejemplar conservado en la institución, ubicada en el municipio granmense de Guisa, tiene un aproximado de 40 años, añadió, sin embargo sus dimensiones no sobrepasan las de un árbol normal plantado hace pocos meses.

En su etapa de robustez, la palma corcho puede alcanzar hasta los diez metros de altura y medir unos 60 centímetros de diámetro, según explican los botánicos.

Díaz Nápoles resaltó que cuando se aproximan eventos hidro meteorológicos al territorio, la planta es trasladada con todos los cuidados necesarios hasta un lugar seguro.

Señaló que esa especie está incluida entre las 50 plantas más amenazadas de Cuba, debido a la tala indiscriminada, y a los daños provocados por algunos animales que comen sus frutos, entre ellos los puercos jíbaros.

En el Jardín Botánico Cupaynicú existe un bosque de los gigantes, denominado así porque según el investigador alemán Johannes Bisse, muchos de los árboles que lo conforman sobrepasan los 200 años de antigüedad; también tiene un área de plantas económicas, y una dedicada a la exhibición de cactus.

Un restaurante, una zona con conexión wifi entre los árboles, y una tienda en la que puedes obtener variedades de cactus, así como otras plantas en posturas o macetas, forman parte de las opciones cuando recorres el Cupaynicú.

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  1. estuve allí en ese lugar y todo es espectacular, las vistas impresionante y el trato de los trabajadores especial, además de la comida con un sabor inigualable, sugiero se mantengan así.

  2. Maravilloso lugar!!!!!!, allí la naturaleza puso sus bondades, ahora lo que falta debe aportarlo el hombre en organización, exigencia, disciplina, trabajo esmerado y financiamiento para el mantenimiento de la instalación y claro que prime el buen gusto. Debería de ampliarse su comercialización y publicarse incluso en esta vía digital las vías de llegar al mismo.

  3. Es un maravilloso lugar que amerita mayor atención, el mismo dia de la visita de la periodista la wifi no funcionaba, dijeron que estaba ¨rota ¨hacia unos dias. El solario donde están los cactus fue imposible verlo, según explicó el administrador ¨los trabajadores¨tienen la llave y está cerrado. Punto. Había solo un guía, Yasmani, atento, solícito pero agotado, como es lógico. El jardín estaba descuidado, malas hiervas donde están las rosas y la zona donde están las plantas de sombra barandas y escaleras deterioradas pueden ocasionar accidentes. También está descuidado el terreno empedrado destinado a las plantas de zonas áridas, es muy bella pero predomina el descuido allí. Creo que con mejor atención puede brillar, atractivo y potencialidades tiene. Debían poner multas a las personas que arrojan desechos al rio, bajamos hasta la corriente y habia latas, pomos, restos de nylon, bolsas, ect, muy desagradable y dañino al entorno. Encantadora la pareja de tocororos que anida en la entrada de la institución, que en sentido general merece cuidarse como joya.