“Fue muy difícil al principio”

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Por Andy Zamora Zamora | 6 junio, 2018 |
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«Campesino», uno de los dueños de esta granja, es reconocido en Cauto Cristo por su cambio de vida, poco común. Su verdadero nombre es Yusdiel Águila Morales y hace poco más de cinco años emigró de Ciego de Ávila para asentarse en la comunidad granmense de Babiney.

La motivación del joven de 31 años fue instalar una finca productiva que luego convirtió en una joya de la crianza porcina. El trabajo fue demasiado fuerte y solicitó ayuda a su hermano Yudel, quien decidió venir a integrarse a las labores de atención a los puercos.

Ambos emprendedores aprovecharon las bondades de esa tarea e iniciaron el convenio con la empresa facilitadora para cebar unos 200 ejemplares.

Las ganancias les permitieron crear un fondo económico para ampliar las naves y contratar obreros, explica Yusdiel.

“Fue muy difícil al principio, estos campos estaban llenos de marabú. Hubo que hacer una inversión grande para dejar las áreas listas. Cuando llegaron los muchachos, todo cambió para bien. Cada uno tiene su función, pero si alguno falta, otro cumple su oficio.

“Estudié en la Escuela Vocacional y me gustan las matemáticas, pero esta experiencia, me ha servido para cultivar el amor por la medicina, la cultura jurídica y el campo, que confluyen en este sueño y ocupan casi todo mi tiempo, junto a mi familia”, expresó Yusdiel.

El incremento de la productividad les ha permitido comercializar más de mil cuatrocientas cabezas. Es una gran oportunidad la de sacrificarse al máximo para ejercer ese encargo estatal, que resulta rentable, asegura Yudel.

“Soy prácticamente el ejecutor. Me gradué de licenciatura en Derecho y muchos han cuestionado mi proceder. Quienes saben los resultados, admiran mi determinación.

“Durante la reciente venta, más de una veintena de cochinos quedaron por encima del plan de entrega. No todo lo empleamos para nuestro beneficio, ayudamos una escuela primaria de la localidad, estimulamos a los empleados, además cobran un salario estable que ronda los mil pesos.

“Estamos asociados a la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) VIII Congreso y a ella debemos también los desvelos por elevar la calidad de la carne.

“Hemos incrementado el peso promedio de la masa. Para lograrlo, utilizamos comida alternativa, como el yogurt de yuca, el guarapo, entre otros.

“Ya nos preparamos para recibir otra remesa, las naves están limpias y solo nos quedan detalles por limar.

“El precio de compra por parte de nuestra contraparte de acuerdo con las condiciones establecidas en el contrato es bueno. Hasta los 90 kilogramos del producto, nos pagan cerca de diez pesos la libra, pero si excede, aumenta a más de trece.

“Si no valiera la pena, ya hubiésemos desistido. Avanzamos pese a la carestía de los medicamentos y los índices de mortalidad, superiores a lo previsto en ocasiones.

“Ahora estamos construyendo un fitosanitario, para evitar la contaminación y mejorar la higiene. Nos preocupamos por el jabón y el agua para lavarse las manos y todas las medidas de seguridad para quienes forman parte de este equipo.

“Contamos con la seguridad para la protección de todos los bienes. Incursionar en esta vivencia ha sido positivo, por eso me dispongo a comprar vacas, pero aún no es posible, porque están caras, refirió.

Esta finca constituye un ejemplo de cuánto se puede hacer en función de mejorar la calidad de vida del pueblo. Además de la disponibilidad de la carne resultante de tanto empeño, un sistema de biodigestores para los residuos permite su tratamiento para no contaminar el aire.

Yusdiel y Yudel continúan su apuesta por la crianza de cerdos, que ha devenido en una fortaleza para los habitantes de Granma.

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