Según indicó el Instituto Nacional de Vulcanología y Sismología, su epicentro se localizó 16 kilómetros al suroeste de la ciudad de Calataga y a 123 de profundidad, lo cual explica sus atenuados efectos.
Así y todo, el terremoto, de origen tectónico, se hizo sentir en una vasta área que incluyó a esta capital.
Posteriormente los sismógrafos registraron varias réplicas, incluida dos de magnitudes 5,8 y 5,1, pero sin consecuencias.
Formada por unas siete mil islas, Filipinas se asienta sobre el Anillo de Fuego del Pacífico, que al concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del planeta, lo convierte en escenario de frecuentes y violentos fenómenos sísmicos y vulcanológicos.
En el archipiélago filipino ocurren unos siete mil temblores al año, la mayoría moderados.