Walter Alarcón Milán, trabajador de Geocuba y residente en el Reparto Iser, es uno de los colaboradores activos que garantizan el suministro de víveres imprescindibles a quienes cumplen con la cuarentena modificada en Bayamo.
Este reparto forma parte de las 15 manzanas que desde el amanecer del pasado viernes 9 de abril, viven en un confinamiento de 24 horas, motivado por el número de casos de Covid-19 que en ellas se presentan y la necesidad de contener la transmisión del virus.
Walter es presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) número 10, del reparto Iser. Bajo su responsabilidad tiene 78 personas en cuarentena, de ellos, siete niños menores de siete años; 12 en el rango de 12 a 13; y 20 personas de más de 60 años.
Caridad Rodríguez Cadalzo, de 65 años de edad y miembro de este CDR, expone su criterio sobre esta experiencia:
“Nunca habíamos experimentado la cuarentena. Uno siempre se siente receloso de una medida como esta. Siempre existe el temor de si las cosas imprescindibles se harán llegar, algo que preocupa mucho sobre todo cuando hay niños en el hogar, ancianos, pero todo ha fluido bien.
“Hoy el Presidente del CDR vino a buscar la libreta y el dinero para gestionarnos la compra del pan, la leche para los niños, el balón de gas que se terminó hace diez días y estamos a la espera de que nos llegue el número. Hasta las papas que llegaron el viernes por ferrocarril, desde ayer sábado las estamos consumiendo.
“Este grupo de apoyo a lo interno de la cuarentena ha sido muy responsable, no solo en la entrega de los suministros, también en el cumplimiento de las medidas higiénicas para evitar ser contagiados por la Covid-19”, refiere Rodríguez Cadalzo.
“A partir del déficit de personas para apoyar con la mensajería, me tocó servir de mensajeros en la cuadra, ubicada en calle segunda entre Primera y Lora, en el Reparto Iser, donde soy además el Presidente del CDR número 10.
“Nuestra misión es entregar y cobrar las mercancías que se hacen llegar a cada vivienda, sin salir de la cuadra. En estos momentos hacemos entrega de las papas, fuimos de los primeros CDR en adquirirlas.
“En esta actividad de servicio a domicilio, cuento con la ayuda de dos profesoras del politécnico Juan Vitalio Acuña, Rosa y Ena, quienes han sido reorientadas a esta actividad, dentro de la cual efectúan la compra fuera del perímetro de la cuadra.
“El primer día de la cuarentena se vieron algunos desajustes pero hoy se ve más disciplina por las personas dentro y fuera de la manzana. En la barrera piden ayuda a los mensajeros para hacer llegar sus recados y recursos a cualquier familiar en confinamiento. Esperamos que se mantenga con esta disciplina.
“Es importante que la población entienda la trascendencia de cumplir con las medidas extremas de aislamiento dispuestas para poner cerco a la transmisión del virus”, comenta Mendoza.
Walter ya no está forrado con camisa, gorra y gafas para el sol. Son las 9 y 41 de la noche y en lo que todos aprecian el calor del hogar, Walter aún desanda el barrio haciendo llegar un módulo de puré, vinagre, sirope y vianda a los vecinos en confinamiento total, un esfuerzo de país por hacer más llevadera la cuarentena y frenar el virus.