La alimentación es uno de los asuntos más sensibles y de máxima prioridad en nuestro país. De ahí que la población siempre espera más de la agricultura con la expectativa de satisfacer sus necesidades.

Para garantizar la comida de todos los días no se escatiman esfuerzos ni recursos en una etapa difícil por la convulsa situación internacional y el recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.

Los trabajadores del sector agropecuario en Granma se comprometieron a continuar con la entrega de producciones, en volúmenes y calidad, que hagan posible, con el autoabastecimiento municipal, en primer lugar la sustitución de importaciones.

A partir de septiembre próximo iniciarán las campañas de siembras de frío trascendentes por que se deben alcanzar los mayores rendimientos agrícolas en los cultivos varios, con el máximo aprovechamiento del fondo de tierra, y la actividad ganadera.

En este período es fundamental el uso alternativo de los medios mecánicos y la tracción animal, para no depender del combustible, en esta última la provincia tiene necesidad de hacerla sostenible con la formación de más yuntas de bueyes que estén en función de tareas específicas en el cultivo y la transportación intermedia.

Asimismo, se impone fomentar el cultivo de la yuca en un ciclo cerrado que permita su consumo como alimento humano y animal y en el futuro para la exportación, atendiendo la rotación en los suelos y las siembras con plátano y malanga, renglones muy demandados.

En reciente análisis de la organización y aseguramiento integrales de las cinco campañas se reconocieron los avances en la producción de medios biológicos, una fortaleza que posibilitará enfrentar la protección de las plantaciones de arroz, maíz, frijoles, hortalizas y tabaco ante el déficit de insecticidas, herbicidas, fungicidas y plaguicidas.

Mientras, es favorable la situación con la certificación de las áreas para semillas, no obstante debe de concluir el compromiso, en lo inmediato, con la selección de 30 hectáreas que faltan. Además, el territorio dispone de suficientes fertilizantes foliares y bioproductos.

También se requiere de agilizar el montaje y puesta en marcha de 148 sistemas de riego que abarcaría más de 400 hectáreas, facilitado por los programas de la colaboración internacional, y la ejecución de 24 obras para la electrificación en igual cantidad de estaciones de bombeo, lo que significaría un incremento en las producciones agrícolas y ahorro de combustible.

Grandes son los retos de los agricultores granmenses, que desde las cooperativas y unidades estatales, pueden contribuir a la transformación sobre la base del empleo eficiente de los recursos más allá de planes y proyectos con el buen hacer cotidiano al llamado de soluciones innovadoras e inteligentes.