En el último bienio la Gastronomía granmense ha emprendido un arduo programa de reposicionamiento, que busca, en primera instancia, revertir las negativas huellas producidas por el tiempo, y también por la falta de sostenibilidad de los trabajos de reanimación que la beneficiaron en etapas anteriores.
Las acciones al respecto van al rescate de la imagen física y profesional que lograra el sector en los primeros años de este milenio, cuando la renovación, la cultura del detalle y la especialización lo convirtieron en referente nacional.
Como en aquel período, la actividad mantenida siempre en el punto de mira de la población, por el peso que le corresponde en el universo general de la prestación de servicios, pretende nuevamente estar entre las que más expresan los procesos de cambio y metamorfosis emprendidos por el territorio para elevar la calidad de vida del pueblo.
En esos empeños, múltiples son las labores materializadas, las cuales han permitido agregar servicios, adelantar en el completamiento de redes como las de Café serrano y fondas en todos los municipios, y devolverles su esplendor a muchas unidades insignes, mientras otras esperan el influjo de transformación.
BOSQUEJO LOCAL
Tal programa de mantenimiento y reconstrucción, con avances en el 2016, se consolidó en el 2017 con beneficio para más de dos centenares de unidades del ramo, y continúa su marcha con alcance para todas las localidades.
Dan fe de esa gestión, por citar algunas unidades de Bayamo, los restaurantes La Cubana, Ching Jay, y varias cremerías; y en Manzanillo, los restaurantes 1800, el Yant Sent, El Save, y el de comida italiana Palermo, todos con atractivas ambientaciones y confort.
Ariel Naranjo Guerrero, director de Gastronomía en el segundo municipio mencionado, destaca que los esfuerzos se concentran en las labores de reparación y mantenimiento de casi una veintena de obras como saludo a los 150 años del alzamiento en La Demajagua, entre ellas un restaurante en el hospital Celia Sánchez Manduley.
De las acciones que más agradecerán los habitantes de la Ciudad del Golfo, están las del centro recreativo cultural Costa Azul, considerado por buen tiempo, una de las instalaciones más atrayentes del sector allí, antes de que comenzara a ser presa de un progresivo deterioro.
Según, Jorge Cancio, jefe de salón en el “Costa”, ahora solo se mantiene el show artístico en las noches de los fines de semana, no hubo hasta el momento un efectivo plan de reparación para mantener la eficacia de sus distintas áreas y servicios, aunque tampoco muchos de los clientes aportaron al cuidado de la instalación.
Con la nueva denominación de centro recreativo, cultural y gastronómico, el Costa Azul debe transformarse.
Manuel Vázquez Ricardo, administrador del referido establecimiento, comenta que disponen de un presupuesto cercano a los 690 mil pesos en moneda nacional para trabajos de reparación que, aunque iniciados algunos meses atrás, no avanzan con la celeridad demandada.
“Ahora, agregó, nos centramos en el techo de la cocina, debido a su deterioro; desmontamos las tejas y esperamos por la madera para reiniciar las faenas, pues la recibida no tiene calidad. Después enchaparemos la meseta, pintaremos el local y esperamos recibir vajilla y mobiliario”.
Vázquez Ricardo destacó lo hecho en la pintura de algunas áreas, las mejoras en el lobby y la fachada del centro, de las pérgolas y las redes hidrosanitarias, el cambio de la carpintería del barco, mantenimiento del cabaret bajo las estrellas y de los camerinos.
Sin embargo, expresa su preocupación por la insuficiente disponibilidad de recursos materiales, y la falta de personal calificado para asumir las labores, aunque los propios trabajadores en ocasiones se incorporen a tareas de albañilería, plomería y carpintería.
En Cauto Cristo, por citar otra localidad, con el empleo de la contribución territorial se ejecutará próximamente el Café serrano, y por esa misma vía se beneficiaron con anterioridad las unidades de atención a la familia en las comunidades de La Seis y Tranquera.
El amplio programa renovador del sector gastronómico de la provincia también deja huellas en Media Luna, en nuevos puntos de venta, el cabaret Salón Azul, la pizzería, el Café serrano y la Makumba, todo por mejorar los servicios y ampliar las ofertas especializadas.
La población de la serrana localidad de Guisa agradece, igualmente, cuanto se ha hecho por la unidad recreativa El Mesón, el restaurante El Diamante con la oferta de platos a base de carne de cerdo, la habilitación de un punto de venta de pollo frito y del Café Serrano, unidad con más de 10 ofertas a base del rojo grano.
El programa allí tiene el compromiso de responder a insatisfacciones en cuanto al deterioro de la Villa Mirador, donde pocas de sus 15 cabañas prestan servicio por mal estado en el sistema hidráulico y sanitario, climatización y mobiliario.
Según Omar Benítez Guerra, vicepresidente del Consejo de Administración en el municipio, el plan de remozamiento, en cual se incluyen varias unidades, priorizará la citada unidad, con la intervención de la Empresa Forestal y otras bases productivas locales.
ESTRATEGIA GENERAL
En consonancia con esos datos, Héctor Cordero, director del Grupo empresarial de Comercio y Gastronomía en Granma el programa, con respaldo de dos millones de pesos en moneda libremente convertible e igual valor en moneda nacional, se ha concebido para todo el sectorial, pero con mayor peso para sus dos principales municipios: Bayamo y Manzanillo.
“Se plantea llegar prácticamente a todas las unidades definidas hace algún tiempo como conquistas del ramo en los primeros tres trimestres del año, con el principio de que queden con mejor confort y ambientación que cuando fueron inauguradas, e incluso con la incorporación de otras ofertas”, destacó.
Agregó el directivo que en todos los territorios se beneficiarán sus restaurantes y unidades fundamentales, incluidos mercados ideales y cremerías, estas últimas antes de la etapa veraniega, lo cual lleva a aprovechar una actual reducción de los suministros del alimento, por reparaciones en su principal productora, ubicada en la cabecera granmense.
Estas entidades, mencionó, disponen de 200 mil pesos para renovar la vajilla, cada unidad reparada reiniciará con nuevos utensilios.
El plan que nos ocupa cuenta entre sus propósitos generales mantener linealmente como hasta ahora el servicio en las 104 fondas creadas en la provincia; buscar estabilidad en los 30 puntos de pollo frito (afectados por la inestabilidad con ese suministro, al igual que otras unidades que lo incluyen entre sus ofertas), y solucionar en el período vacacional, a partir de la entrada de algunas piezas, las irregularidades en la transportación de la merienda escolar.
En ese universo de soluciones, acaso la más compleja sea la referente a los equipos de refrigeración, por no encontrarse en el mercado hoy cuantos se necesitan.
No obstante, los recursos financieros están a mano y también hecha la demanda, teniendo en cuenta que esa gestión igualmente tributa al servicio de excelencia que la gastronomía granmense se ha propuesto revitalizar, lo que, por supuesto, no depende solo de lo material, sino también y en igual importancia, de la actitud y procederes de los hombres y mujeres vinculados al sector.
Mas, es ese un asunto donde subyacen no pocos problemas e insatisfacciones, tan ineludibles como merecedores de un capítulo aparte.