La cantante Laura Pausini hizo realidad su sueño –así lo declaró a la prensa- de actuar en Cuba, al presentarse junto al grupo Gente de Zona (GDZ) el martes 26 de junio de 2018, en la Ciudad Deportiva de La Habana.
Los miles de seguidores de la intérprete italiana que asistieron al espectáculo y quienes lo vieron por televisión, le agradecieron ese gesto; también a GDZ por hacerlo posible y, por supuesto, realizar el concierto en medio de una noche lluviosa.
Otra Laura, que no es cantante, sino tormenta tropical, también visitó a Cuba en días recientes, y dejó como recuerdos daños en redes de telecomunicaciones, de distribución de electricidad, viviendas, instalaciones económicas y sociales, viales y la agricultura.
Justo es reconocer que ese meteoro “con nombre tierno”, al decir del escritor búlgaro Bogomil Rainov, también deja un beneficioso aporte en agua.
En el caso particular de la provincia de Granma, la situación en cuanto a reserva del liquido era preocupante, pues al amanecer del sábado 22 del mes en curso, sus 11 embalses administrador por Recursos Hidráulicos retenían 344 millones 807 mil metros cúbicos (m³), para el 37 por ciento (%) de ocupación de su capacidad: 940 millones 620 mil m³.
Setenta y dos horas después el agua acopiada en esos reservorios había aumentado en algo más de 91 millones de m³ y su porcentaje de llenado era del 46.
Granma estrenó agosto con 365 millones 129 mil m³ de agua embalsada, para el 39 por ciento (%) de ocupación de su capacidad, y gracias, fundamentalmente, a las precipitaciones asociadas a la tormenta tropical referida, cerró el mes con 451 millones 546 mil m³, para el 48 %.
De los embalses, la mejoría más significativa la exponen Guisa y Corojo, en el municipio de Guisa, que el día 1 del mes recién concluido retenían algo más de cinco y ocho hectómetros cúbicos (hm3) de líquido, para el ocho y nueve %, en ese mismo orden, de llenado, y aumentaron a más de nueve y 45 hm3, para el 15 y 48 % de llenado, respectivamente.
Otros embalses como Paso Malo y Bueycito, en Bartolomé Masó y Buey Arriba, también se beneficiaron.
No obstante la mejoría descrita, el panorama actual en cuanto a disponibilidad de ese recurso económico en la provincia de Granma no está como para batir palmas, sino todo lo contrario.
Aún quedan dos meses del período húmedo en Cuba y tres de la temporada ciclónica, por lo que es de esperar caigan en su transcurso nuevos chaparrones aguas arriba de los embalses y los alimenten.
Como dice la canción de Nek, “Laura no está. Laura se fue”, y los cubanos están enfrascados en resarcir el estropicio causado por la tormenta tropical con ese nombre, a la que, al igual que a la Pausine, le da las gracias por su valioso aporte del líquido sin el cual no es posible la vida.