Granma es un estadio beisbolero

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Por Martín Corona Jerez | 6 febrero, 2017 |
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Como en el estadio beisbolero donde tiene lugar un juego reñido y decisivo, el pueblo de la oriental provincia cubana de Granma grita, salta, baila, aplaude, ríe sin límites, y no quiere parar desde mediados de enero último.

Sus 503 años de historia hicieron a esta tierra la más cubana de Cuba, y el triunfo del equipo local en la Serie Nacional 56 le sumó el título de la más alegre, al menos en los primeros meses  del 2017.

El ambiente es de fiesta, y las personas no ocultan los deseos de conversar, jaranear, divertirse, y hasta perdonarse incorrecciones propias de los grupos humanos.

De carreras, hits, jonrones, relevos largos y fildeos espeluznantes está llena la provincia, desde Dos Ríos hasta Cabo Cruz, y desde Pilón hasta Cauto Cristo.

Niños, jóvenes, amas de casa, obreros, campesinos, militares, artistas, académicos, dirigentes, vendedores ambulantes, religiosos, jubilados, enfermos, viajeros, reclusos, y otros, elogian a los Alazanes de Granma por su primer título nacional, y afirman que ganarán la Serie del Caribe.

Es generalizado el reconocimiento al director del equipo, Carlos Martí, por la serenidad, el buen trato a los atletas, el respeto a los rivales, la confianza en la alineación triunfadora y ese “algo” que trasmite seguridad.

Unos opinan que el jonrón de Alfredo Despaigne contra los venezolanos era de esperar; otros admiran las dos lechadas del pitcheo cubano en Culiacán; aquellos elogian a Yoelkis Céspedes, y en ningún círculo faltan los nombres de William Saavedra, Lázaro Blanco, Vladimir Baños ni Carlos Benítez.

Como es lógico, afloran inconformidades, por ejemplo, con el rendimiento de dos o tres peloteros, o con determinado movimiento del banco.

También se critica a personas tradicionalmente consideras expertas, porque conocen “vida y milagros” de deportistas foráneos, pero demuestran, sin sonrojarse, ignorancia acerca de algunos nacionales.

Entre rectas de 90 millas por hora, curvas en las esquinas, líneas a la pradera central y hits bombeaditos, los granmenses continúan su andar cotidiano en el estudio, el trabajo y la defensa.

La alegría de saberse campeones del país y de tener historia bonita en una Serie del Caribe, alimenta ahora los esfuerzos por ganar la sede del acto central con motivo del aniversario 64 de los asaltos a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

Para alcanzar la meta, han dicho las autoridades, resultará muy importante cumplir el plan de azúcar en la actual zafra, y mejorar los resultados en sectores como agricultura, ganadería, construcción, salud pública, educación, comercio e industria.

Miguel Pereira, presidente de la destacada cooperativa de producción agropecuaria Omar Rivero, afirmó a la ACN que su agrupación hará realidad el compromiso de aportar el 43 por ciento de la materia prima necesaria para el central Bartolomé Masó.

También manifestó seguridad en el éxito de los Alazanes en Culiacán, y de igual manera opinó Ángel Martínez Sánchez, secretario general del buró sindical del ingenio Enidio Díaz Machado.

Martínez Sánchez agregó que su colectivo laboral fabricará el azúcar previsto y mantendrá la posición entre los más eficientes del país.

En fin, el pueblo de Granma sigue emocionado y feliz con el cetro cubano de los Alazanes; está convencido de que el conjunto continuará la marcha triunfal en Culiacán, y se dispone a seguir la carrera, sin parar, hasta el venidero 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional.

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