Manzanillo.- Cuando la manzanillera Silvia Blanco Yero decidió “probar” suerte en el mundo del turismo no imaginó que ese paso definiría su vida para siempre, imposible concebirla hoy alejada del Hotel Guacanayabo, instalación que acaba de cumplir 40 años con el sello de ser la primera de la Cadena Islazul construida por la Revolución en la provincia de Granma.
“Comencé como auxiliar, hasta que después me incorporo al servicio de camareras donde permanezco. No es un trabajo fácil: llegamos bien temprano para que cuando los huéspedes salgan o lleguen visitantes vean relucientes las áreas.
“El quehacer de las camareras forma parte de la imagen de cada hotel porque de nosotras depende que los espacios luzcan bonitos y confortables. A mi cargo tengo más de una decena de habitaciones y créeme que es fuerte, pero lo asumo con placer porque lo disfruto, junto al contacto directo con los clientes.
Otro de los que ha escrito su calendario en el “Guacanayabo” es Santiago Rodríguez Terreno, uno de los cuatro fundadores que permanecen activos en el hotel.
Este hombre llegó como capitán de salón del restaurante, luego estuvo como administrador de la unidad que abrieron en Cayo Perla, jefe de departamento de ama de llaves y carpeta, y hace unos años es cantinero.
“Para trabajar aquí se realizó un proceso de selección muy fuerte. Fueron momentos de esplendor: la mayoría jóvenes que se integraron a la nómina por diferentes vías.
“Consagración, unidad y profesionalidad definieron a aquel primer grupo, renovado hoy con idénticas premisas. Falta, pero es innegable que el inmueble recobra belleza. El hotel es mi vida”, afirma Santiago y marcha tras la barra para servir a una pareja de turistas alemanes, los de mayor repitencia en el centro.
Experiencia y juventud conforman perfecto binomio entre el colectivo que sustenta un desempeño sobresaliente como líderes en el área y enaltece la impronta de varios de sus integrantes, algunos ya fallecidos como Darío Mesa, considerado Maestro de Maestros en el arte del buen servir.
Esta última certeza es la guía de presentación de Rafael Muñoz Guerra, quien se incorporó al hotel hace 23 años como agente de seguridad y protección, luego de ser seleccionado por funcionarios de la Unión de Jóvenes Comunistas en el territorio manzanillero.
“Después los cursos de formación de trabajadores para el turismo me permitieron ampliar y consolidar los conocimientos. Hoy laboro en el restaurante.
Comentan que usted es uno de los más destacados…
“Trabajamos para que el cliente se sienta satisfecho de nuestro desempeño, con las atenciones que recibe no solo en el restaurante, también en cualquier área.
“Nuestras vidas cotidianas no están ajenas a los problemas, pero estos hay que dejarlos fuera y sonreír, saludar, conocer que si los turistas eligieron nuestra instalación es porque confían en que recibirán un servicio se calidad y no podemos fallar. Deciden la responsabilidad, la disciplina y la profesionalidad.”
Si un resultado concreto desde el ámbito económico distingue al colectivo del Hotel Guacanayabo, a propósito de las cuatro décadas de fundado es el medio millón de pesos cubanos convertibles recaudados hasta el sexto mes del año.
Iosmani Ferrer Escalona, director general expone que la cifra significa un crecimiento del seis por ciento con respecto a igual etapa del año anterior.
Agregó que también crecieron hasta cinco mil las atenciones de los vacacionistas extranjeros y nacionales y que como parte del programa de desarrollo previsto hasta dos mil 30, los festejos verifican un inmueble rejuvenecido en varias áreas, con superior estándar de calidad y confort en más de 40 habitaciones, carpeta – lobby, el restaurante Las Antillas, el Solimar, y muy pronto reabrirán el Bar Carlos Puebla, actividad dedicada al 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional.
Ferrer Escalona reveló que, entre las cercanas opciones para el verano, que abrirán el 29 de junio con el carnaval Azul, resaltan atractivas propuestas de reservaciones, espectáculos artísticos, ofertas gastronómicas y actividades deportivas y de recreación en la discoteca y la piscina.
“Nos hace fuertes la experiencia acumulada a lo largo de los años, un colectivo comprometido, responsable, profesional, ético y consagrado con la misión de un servicio que busque la excelencia en cada prestación. Esa ha sido la carta de triunfo hasta aquí”, cerró el empresario.
En este bello hotel, pasé mi luna de miel, en Agosto próximo se cumplirán treinta y nueve años. Una verdadera joya, donde todo funcionaba como un reloj, no olvido el cóctel de camarones, la paella, con boniatos fritos, la piscina,el excelente servicio, en fin eramos tan jóvenes, por las fotos el Restauran se ve muy bien, así como el resto de las áreas. Muchas felicidades a sus trabajadores y a sus fundadores. ! Larga Vida Hotel Guacanayabo!