Guardianes de la salud del pueblo

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Por María Valerino San Pedro | 5 abril, 2022 |
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FOTO/ Rafael Martínez Arias (Archivo)

Ciertamente no todo es color rosa en la atención de salud en Granma, porque algunas “nubes” ensombrecen lo que pudiera ser prácticamente ideal, por tratarse de un sistema centralizado por el Gobierno revolucionario, humanista, accesible, intersectorial, de participación social y comunitaria, internacionalista y de carácter preventivo.

Resulta de extrema relevancia la Atención Primaria de Salud (APS) y en especial al Programa del médico y la enfermera de la familia, lo cual será sostenible en la medida que las personas resuelvan su problema en el consultorio y en el policlínico, y no tengan que acudir al hospital.

El Programa del médico de la familia, por ejemplo, sin precedentes en el mundo y realmente ventajoso, ha conseguido desde su creación importantes resultados en la prevención, vigilancia, educación y atención de la salud del pueblo cubano.

Pero, no obstante tales logros, existen actualmente elementos no resueltos, devenidos impedimentos para alcanzar su verdadero impacto.

Algunas preocupaciones de la población por la calidad de este esencial servicio se relacionan con personas que refieren no recibir asiduamente la visita de su médico, y en el caso de las mujeres predomina también la respuesta de que no se les orienta ni realiza la revisión de las mamas en el tiempo establecido.

Además, los galenos no son considerados como componente de la comunidad, debido a que en muchos de los casos su permanencia en el consultorio no llega al año, lo cual impide su familiarización con la situación de salud y composición de la zona, el completamiento de las visitas de terreno y seguimiento de las enfermedades cuando el caso lo requiera.

También se comparten locales con hasta tres médicos (tres consultorios en un uno), en condiciones de hacinamiento y poca privacidad para consultas.

Asimismo, médicos y enfermeras mayoritariamente reconocen sus verdaderas funciones, desean cumplirlas, aman su profesión, pero no siempre cuentan con las condiciones para hacerlo, y carecen de material gastable (hojas y bolígrafos) por ejemplo, agua corriente en un gran número de instalaciones, lo cual atenta contra la higiene.

Ante esa realidad se vislumbra una mejoría, basada en la estrategia diseñada por la Dirección de Salud

en el territorio, y que ya se pone en práctica, en ocasión de la celebración del aniversario 38 de la fundación del Programa el 4 de enero de 1984, basada en el rescate de sus principios fundacionales.

Se trabaja enfáticamente en cubrir con médicos y enfermeras la totalidad de los consultorios y mantener a los primeros un mínimo de tres años en cada área, laborar en el mejoramiento del poder resolutivo de los consultorios, ejecución de obras para mejorar el estado constructivo de estos y en la selección de locales compartidos y CMF con más de mil 500 habitantes.

Granma cuenta con 28 policlínicos, de ellos nueve con servicios de hospitalización y tiene un total de 840 consultorios del médico y enfermera de la familia, de ellos 817 en comunidades (117 en zonas del Plan Turquino y 49 de difícil acceso), tres en universidades, 19 en centros educacionales y uno en centro laboral, y hay probada disposición de continuar venciendo obstáculos materiales y eliminar problemas subjetivos.

Aunque ya se camina con paso firme en tal sentido, el imperativo actual es que los médicos de familia cumplan su función de ser guardianes de la salud, estén en estrecho contacto con la familia que atienden, visiten sus hogares, se familiaricen con sus hábitos de vida, higiene, cultura y de salud.

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