El cautocristense Eduardo Guillén Arcos disfruta la dramaturgia como de forma involuntaria. Su sonrisa casi perenne encuentra complicidad con el humor y no pocas veces encanta con sus actuaciones.
Así le conocieron muchos desde su adolescencia, cuando ya junto a otros, hoy profesionales, formaban grupos para hacer reír a los demás alumnos de la secundaria más conocida como El sombrero, de este municipio y más tarde en la Escuela de Arte reconocida como El Yarey.
Su vocación, desde entonces, le valió para graduarse como instructor de arte en esa especialidad y amó la cinematografía, según declaró.
“Mi tesis abordó particularidades de esta manifestación, especialmente en el territorio. La oportunidad de hacer crecer mis sueños, me atrapó hasta fundar el 1991 el cineclub Alejo Carpentier.
“De ese conjunto nacieron los primeros eventos y las actividades que hasta hoy llevamos a instituciones como el centro interno de Secundaria Básica Antonio Betancourt Flores, el propio cine municipal, el Pre universitario Antonio Maceo o la Casa de los abuelos.
“Fue esta localidad una de las pioneras en el proceso de promoción de los valores audiovisuales y ya hoy Granma cuenta con delegaciones en diez de sus municipios”, refirió.
Guillén Arcos revela sus vivencias, con una trayectoria de más treinta años dedicados a esa labor. Actualmente asume como Representante de la Federación de Cineclubes en Granma.
A propósito del reciente evento nacional Yumurí 2018, de la manifestación, en Matanzas, el artista expuso su satisfacción por los resultados obtenidos por la provincia.
“Ganaron premios en creación los cineclubes de Guisa, Ébano y Cúspide, con la presentación de los documentales Un hombre de teatro en un pueblo pequeño, merecedor del primer lugar y Con tremendo haché, el segundo, respectivamente.
“El trabajo conjunto de las diferentes delegaciones nos permitieron el reconocimiento durante la sesión del Consejo Nacional de Cineclubes de Cuba, con la condición de destacados, junto a Pinar del Río.
“Hemos realizado una ardua labor de conjunto con el Centro Provincial de Cine para garantizar la extensión de los movimientos a todos los territorios locales, con el propósito de mejorar la programación cultural e igualmente la calidad de vida de sus habitantes.
“Nos insertamos en una amplia gama de opciones, cada cineclubista cuenta con un espacio fijo en las diferentes instituciones culturales. Participamos en la Fiesta de la cubanía, con presentaciones y debates de filmes, en el concurso de carteles, así como a los tres eventos nacionales.
“En Manzanillo disponemos de Maneras de pensar, en Villa Clara el Festival de Invierno y el celebrado en Matanzas”, afirmó Guillén Arcos.
Esta ocasión asistieron seis delegados de la provincia al reciente evento.
El reportero toma la foto al final del intercambio y luego el maestro, muy serio todavía pregunta: “¿ya me puedo reír?”