Cuando leí el lema de la jornada  por el Día mundial sin fumar, este  31 de mayo, sentí nuevamente, como hace más de 20 años,  un vuelco en el estómago.

Sí, una sensación de temor ante el costo de llevarme, aproximadamente 10 veces al día, un cigarro a los labios, porque la salud de las vías respiratorias ya estaba, y aún lo está, resentida, y el bolsillo, en pleno período especial, temblaba cada vez más.

Este es un tema que no comparto con frecuencia, incluso, al que no hago referencia apenas,  porque me resulta inmodesto reconocer la heroicidad de decidir una noche sobre las 11:00 p.m. no fumar más, y transcurridos 23 años, aseguro haber cumplido al dedillo.

De acuerdo con la experiencia del licenciado Alejandro Penalba Alarcón, especialista del Centro provincial de Promoción y Educación para la Salud que atiende el tabaquismo, y quien suministró la mayor parte de los datos utilizados, dejar ese vicio es hacer algo por nosotros mismos y por los  demás.

Según estadísticas nacionales, en Cuba anualmente ocurren 13 mil 301 muertes atribuibles al consumo de tabaco (en el mundo seis millones), fallecen dos cubanos cada hora por esa causa e igual número cada 12 horas por exposición al humo de quienes fuman a su alrededor.

Tales cifras nos llevan a deducir que es preciso hacer más efectiva la prevención y control del tabaquismo en el país, situación a la que la provincia de Granma no está ajena, pues resulta elevado el número de fumadores y entre ellos  adolescentes y jóvenes.

Llama la atención, igualmente, la existencia aquí de muchas mujeres fumadoras, cuyo riesgo de padecer enfermedades crónicas y otros daños a la salud son superiores a quienes no lo hacen.

Figuran como agresiones de esa adicción, el envejecimiento de la piel, la halitosis (mal aliento) y el  olor desagradable que se impregna en la ropa y en la epidermis, además  de manchas en los dedos y dientes.

Entre las enfermedades aparece la bronquitis, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, de cuello de útero, y de mama premenopáusico, infarto agudo del miocardio, asma bronquial, úlcera péptica y enfermedad renal crónica.

También pueden señalarse entre las afectaciones  los embarazos ectópicos, abortos espontáneos, retraso en la concepción, infertilidad, rotura prematura de membranas, parto pretérmino, bajo peso al nacer, malformaciones, muerte súbita y crecimiento menor del recién nacido. Alteraciones del ciclo menstrual, menopausia a más temprana edad,  Osteoporosis e irritaciones ocular y nasal.

Aunque sin ayuda me  libré de esa terrible dependencia, les aseguro que es sumamente difícil, por tanto, deben utilizarse las posibilidades existente, como los Centros  comunitarios de salud mental en los municipios, los Servicios de cesación tabáquica en los policlínicos, y la línea confidencial antidroga 103, para recibir información  u orientación telefónica.

Asimismo, se puede acudir a las casas de Orientación a la mujer y la familia, de la Federación de Mujeres Cubanas.

Las soluciones están ante nosotros, solo se trata de interiorizar y concienciar el mensaje, y no verlo como un teque: DEJE DE FUMAR.