En la calle, oficinas, redes sociales, la radio y televisión el tema obligado es el resultado del partido disputado hasta esta madrugada en el Dodgers Stadium, en la ciudad californiana de Los Ángeles.
Un estallido de delirio inundó la isla cuando el conjunto caribeño dejó sobre el terreno a los europeos en la undécima entrada. En Puerto Rico los gritos de ganamos retumbaron en la distancia.
En la capital puertorriqueña nadie pareció dormir antes de consumarse la esperada victoria que dio el pase a los ‘teñidos de rubio’ a la final. Mañana jugarán contra el equipo que gane esta noche entre Japón y Estados Unidos.
Los aficionados coincidieron con las expresiones del manager Edwin Rodríguez en el sentido de que ‘hemos jugado bien, muy bien’.
‘Hemos esperado cuatro años por esto y hoy ellos dieron el máximo a la ofensiva, defensiva y sobre la loma’, afirmó Rodríguez al finalizar el vibrante choque que permitió la clasificación.
El exgobernante puertorriqueño Aníbal Acevedo Vilá (2005-2009) manifestó que en las graderías del Dodgers Stadium se vivió la tensión y emoción que caracterizó el partido del Clásico Mundial.
Indicó que los cerca de 25 mil espectadores -el parque tiene capacidad para 56 mil aficionados- eran boricuas o se identificaron en su mayoría con la novena caribeña, que se mantiene invicta con siete victorias.
Acevedo Vilá, quien viajó expresamente a Los Ángeles para presenciar el partido y que mañana estará en el juego final, describió las emociones y los silencios predominantes en el parque de béisbol ante cada acción que pudiera favorecer o perjudicar a los boricuas.
Yadier Molina, Carlos Correa, Javier Báez, Edwin Díaz, T.J. Rivera y Francisco Lindor, entre otros jugadores, se han vestido de héroes a los ojos de los puertorriqueños por su arrojo y al exaltar la bandera monoestrellada ante el mundo.
Conscientes de lo que significa el desempeño de la novena nacional, que incluso el fin de semana provocó una baja en los índices de criminalidad con un solo asesinato cuando lo habitual es que excedan los cuatro y alcancen hasta doble dígito, el gobierno puertorriqueño ya hace preparativos para recibir a los integrates del equipo.
Por otra parte, debido a que los jugadores boricuas se han pintado el pelo de rubio y simbolizan que van tras el oro en esta contienda, cientos de puertorriqueños de todas las edades han hecho lo propio por #LosNuestros.
Pese a su carácter anexionista, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, del Partido Nuevo Progresista (PNP), se ha montado en la ola del patriotismo que arropa actualmente todas las capas de la sociedad puertorriqueña.
Como parte de ese sentimiento, muchos aficionados aspiran a que el choque de mañana para decidir el campeón del Clásico sea contra Estados Unidos, al que ya Puerto Rico derrotó 6-5 el viernes para entrar a la semifinal.
El periodista Reinaldo Millán consideró que, aparte de ese sentimiento patrio, las estrategias guardan similitudes, mientras que la novena de Japón tiene un estilo más meticuloso, de detalles, en el terreno de juego.
Un aspecto que se ha destacado a lo largo de la serie es que los peloteros boricuas han mantenido un acoplamiento extraordinario, lo que ha permitido que primen los objetivos del equipo nacional en lugar de las particulares.
‘Es la primera vez que estos jóvenes juegan juntos, pero se han visto y apoyado siempre; se conocen, se observan con sus equipos y están orgullosos el uno del otro’, destacó Rodríguez.
El mánager del ‘Team Rubio’ expresó que esto ha hecho que ‘cada vez aumenten más su confianza como equipo’.