Desde las 7:00 a.m. el ritmo de las máquinas de coser marca el transcurrir de las horas. De la tela salen prendas de vestir, a golpe de aguja y destreza, hasta que el reloj avisa en la tarde el momento de regresar a casa.
Así pasan los días en la fábrica Desembarco del Granma, de Manzanillo, una de las cinco entidades de la Unidad empresarial de base (UEB) Confecciones Antares en la provincia.
La producción de uniformes para el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), Salud, Educación, Agricultura, y otros organismos, es su quehacer fundamental, aunque también han realizado producciones para las industrias locales.
Desde hace 16 años Serafina Parra Guerra es la administradora del lugar y ha visto muchas transformaciones.
“La ambientación de las instalaciones es mejor ahora, también las condiciones en aras de que los trabajadores se sientan más cómodos en sus puestos; existe cultura industrial, se ha invertido y la tecnología es buena”.
Al cierre del primer semestre la producción mercantil se cumplió con más de 30 mil pesos por encima del plan, asimismo, sobrecumplieron en las ventas y utilidades.
Parra Guerra comenzó como costurera y entre sus principales empeños está velar por la calidad de las confecciones.
“Trabajamos con una certificación del sistema de gestión de la calidad y cumplimos con las exigencias del cliente, hasta ahora nunca hemos recibido una notificación de inconformidad.
“Hay revisiones en ciertos puntos de la elaboración de la pieza, y una vez terminada verificamos que esté en condiciones para la venta”, añadió.
El relevo se garantiza con la integración de las escuelas politécnicas.
“Los estudiantes reciben la teoría en la escuela y hacen sus prácticas aquí, de esa forma, pasan a ser parte de nuestra fuente de empleo”, afirmó la administradora.
Para Virgen Fajardo Suárez, la labor allí no es difícil aunque cansa, porque “es a un ritmo rápido.
“Hago cualquier actividad en la costura, nos vamos rotando en dependencia de las tareas del día, y el éxito radica en la colectividad”, dijo esta mujer, y añade que el salario es aceptable y están contentos por la estimulación, a partir de la aplicación de la Resolución 17, disposición que vincula los salarios con los resultados.
Geobanis García Corrales, especialista principal de Contabilidad y Finanzas en la UEB, comentó que las producciones se han estabilizado paulatinamente, y durante la visita a esa instalación manzanillera se enfrascaban en concluir 15 mil unidades para el Minfar.
Al cierre del primer semestre la producción mercantil se cumplió con más de 30 mil pesos por encima del plan, asimismo, sobrecumplieron en las ventas y utilidades.
El directivo afirmó, además, que la mayor dificultad es la inestabilidad con las materias primas, sobre todo, por problemas con el transporte. Ahora, para el beneficio de los trabajadores se solicitaron 100 ventiladores.
En esa fábrica, con 121 obreros, se aporta a la economía al ritmo de máquinas de coser y manos diestras que imprimen valor de uso a cada pieza.