Hay, entre los muchos acontecimientos curiosos del béisbol, uno poco mencionado por la afición y la prensa. Está relacionado con un manzanillero desconocido por algunos: Bernardo Utset.
Sucede que el 14 de enero de 1962, en su primer turno al bate, vistiendo el uniforme de Orientales, él pegó hit al jardín derecho frente al lanzador Jorge Santin, de Azucareros.
Ese indiscutible fue el primero conectado en la historia de las actuales series nacionales, de las que ya se han jugado nada menos que 60.
Pero lo más llamativo es que este indiscutible fue el único Utset logró en su paso por nuestros clásicos, pues solo tuvo otros 14 turnos oficiales al bate y en estos se fue en blanco, como reflejó el periodista villaclareño Osvaldo Rojas Garay en su libro Cosas y casos de la pelota.
Verdad que se embasó otras cuatro veces, pero fueron por bases por bolas. De modo que su promedio ofensivo fue de 167.
Bernardo jugaba la primera base, era un hombre alto y tenía grandes habilidades defensivas. Emigró a Estados Unidos y en aquel país se desvinculó de la pelota, pero siempre tuvo el orgullo de haber colocado su nombre en la historia del béisbol cubano