Manzanillo. – Pobladores de esta costera localidad condenaron hoy el carácter injerencista, extraterritorial y violatorio de la soberanía que significa para el pueblo de Cuba la aplicación del título III de la Ley Helms – Burton.

Al celebrar el acto por los 99 años del nacimiento de Celia Sánchez Manduley, los alumnos que se forman como médicos en la facultad manzanillera de Ciencias Médicas que lleva el nombre de la destacada combatiente, ratificaron la determinación de preservar las conquistas sociales y la independencia de la Patria, expresión de lealtad de quienes constituyen continuidad revolucionaria.

Igual sentimiento enalteció el colectivo de trabajadores del hospital que se honra con el nombre de la Heroína de la Sierra y el Llano, instalación que cotidianamente refrenda una de las constantes preocupaciones de Celia: la salud y el bienestar del pueblo.

La doctora Ileana López Raventós, directora general del centro médico, manifestó que el mejor homenaje a la Flor más Autóctona de la Revolución es ser consecuentes con las premisas de trabajar por la excelencia en cada uno de los servicios y la satisfacción de los pacientes y sus familiares.

Decenas de manzanilleras, pioneros, jóvenes estudiantes , trabajadores, combatientes de la Revolución y enfermeras y enfermeros (que festejaron su día internacional, este 12 de mayo), se reunieron también en el conjunto escultórico que en la calle Caridad, de la ciudad del Golfo agiganta la presencia cotidiana de Celia entre los residentes en esta zona de la provincia de Granma.

Discursos, poemas y canciones en voces de varios intérpretes evidenciaron el cariño, respeto y admiración hacia una mujer que fue fiel colaboradora del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y que por sus actitudes se convirtió en paradigma para toda Cuba.

Celia Esther de los Desamparados Sánchez Manduley nació el 9 de mayo de mil 920, en el poblado de Media Luna, pero fue en Manzanillo donde desplegó la mayor parte de su accionar revolucionario, antes de marchar a la guerrilla liderada por Fidel en la Sierra Maestra y comenzar a escribir una historia fertilizada por el arrojo, la valentía, heroísmo y ternura que distingue a la mujer cubana.