Providencia es un hermoso sitio intramontano  “descolgado”   de la Sierra Maestra y  perteneciente al municipio de  Bartolomé Masó.

El centro del asentamiento lo forman dos largas hileras de casas de mampostería y tejas edificadas a mediados de la década de los años 60,  que se empinan desde  la falda de una loma y casi “chocan” con el macizo serrano; otras viviendas cercan el enclave en un radio aproximado de cinco kilómetros.

Una ondulante carretera lleva hasta la explanada donde los campesinos cubanos evocarán el aniversario 60 de la promulgación  de la Ley de Reforma Agraria rubricada por Fidel y 58 de la creación de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.

Desde hace varias jornadas, y especial desde este día 16, todo es ajetreo, cada organizador experimenta  el febril deseo de dar ese toque final para que empiece la celebración con la calidad que merece.

Ya desde la madrugada de este 17 por diversos medios, que no excluyen caballos y mulos, llegan guajiros hasta Providencia para festejar seis décadas de anhelos y logros sociales que  dignifican a las familias montañesas.

Pero no solo se habla de celebración, al apuntar el alba también se hablará del papel de los campesinos criollos en el  complejo contexto internacional que impone la necesidad de explotar al máximo las potencialidades, cumplir la contratación, elevar los rendimientos , favorecer la alimentación de la población y garantizar, además, todo lo necesario para la crianza de animales.

El compromiso de quienes arrancan frutos a la tierra es  defender la soberanía, no fallarle jamás a la Revolución, y expresar el más rotundo rechazo  a la política hostil del gobierno de Estados Unidos contra nuestra Patria.