París-. Los últimos días del año en Francia estarán marcados por un incremento de la seguridad, pues el gobierno subrayó que la amenaza terrorista sigue elevada.

Las autoridades demandaron intensificar el control en los lugares que consideran sensibles de ser blancos de ataques de ese tipo, al tiempo que llamaron a evitar las aglomeraciones durante mucho tiempo en los espacios públicos.

En la red ferroviaria, por ejemplo, rigen nuevas medidas determinadas tras los atentados del 13 de noviembre pasado en esta capital.

Con tal objetivo, se instalaron arcos de seguridad en los trenes de larga distancia del país.

La ministra de Ecología y Transportes, Ségolÿne Royal, explicó que con ese sistema de control los pasajeros tendrán que pasar bajo los arcos y sus equipajes también serán inspeccionados en un túnel similar a los que hay en los aeropuertos.

Hemos instalado cuatro arcos por cada tren para no retrasar a los viajeros y conciliar la movilidad y la seguridad, declaró a medios locales de prensa.

Royal apuntó que dichos dispositivos permitirán controlar a la persona y su equipaje al mismo tiempo y detectarán de forma muy precisa armas blancas y explosivos.

Otro de los puntos donde se refuerzan las medidas es en las iglesias, ya que el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, llamó a intensificar la protección en las entradas durante las misas de Navidad.

Cazeneuve evocó el contexto de fuerte amenaza existente en Francia tras los atentados que provocaron 130 muertes en París.

En abril pasado, Sid Ahmed Ghlam, un argelino de 24 años, fue arrestado bajo sospecha de planear un atentado terrorista contra una o varias iglesias en la región parisina, recordó.

Desde los ataques de noviembre, el gobierno decretó el estado de emergencia, cuya extensión hasta finales de febrero próximo fue aprobada por el Parlamento.

Si pasado ese tiempo, las informaciones de las que disponemos con relación a la amenaza terrorista son las de hoy, reuniremos a los legisladores para efectuar otra ampliación de dicha herramienta, declaró recientemente el ministro.

Bajo tales condiciones, las fuerzas del orden pueden poner bajo arresto domiciliario a todo aquel cuya conducta consideren que constituye una amenaza, lo cual permite incluir a individuos sospechosos por sus comportamientos o sus compañías, palabras o proyectos.

También contempla prohibir a la persona bajo dicho tipo de detención, entrar en contacto directo o indirecto con otras sospechosas de preparar actos que atenten contra el orden público. Además, permite realizar registros a cualquier hora del día o de la noche sin orden judicial.