Industria alimentaria: Desafíos en grado superlativo (+ audio)

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Por Anaisis Hidalgo Rodríguez | 10 enero, 2022 |
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FOTO Rafael Martínez Arias

A una pelea constante, a careta quitada y con guantes de altos quilates, estuvo sometido durante el 2021 el Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) en Granma. Los golpes asestados por la pandemia, el paro del Turismo y el recrudecimiento del bloqueo, zarandearon las industrias que, con alternativas y empeño, sortearon estoicamente numerosos déficits para producir alimentos.

La inoperancia de la principal locomotora de la economía cubana redujo parte del financiamiento que ingresaba al Minal a partir del encadenamiento de sus empresas, y el cual generaba cierta solvencia para importar materias primas y respaldar producciones nacionales.

Por otro lado, en muchos lugares donde se producían las materias primas que insumían estas industrias se impactaron por la Covid-19, provocando la retención de navieras y el congelamiento de contenedores en puertos del mundo.

INDUSTRIAS AL DESCUBIERTO

“El 2021 califica como el año de más bajos niveles de sacrificio animal en la Industria Cárnica”, así lo ratifica Roger Diego Fernández Bodaño, coordinador del Minal en Granma y director de la mencionada fábrica.

“Hace más de 60 días que el Cárnico no ejecuta sacrificios, eso da una idea de cuánto se ha deprimido la producción de cerdo, ausencia que al país se le hace muy difícil suplantar con importaciones.

“El déficit de harina de trigo incidió en las industrias Cárnica y Pesquera, la Local Alimentaria y la Cubana del Pan, que acudieron a extensores para generar surtidos.

“Ante la carencia de envases, el Lácteo adoptó formas de comercialización a granel, mientras la industria cervecera y la de refrescos, que trabajaban con recipientes reciclados del polo turístico de Holguín, enfrentaron una situación más caótica. Como consecuencia, se potenció la producción de cerveza dispensada, una de las más altas en los anales de Granma.

“La pequeña zafra significó menos azúcar, miel, CO2 y alcohol para la refinación, lo cual abatió las conservas y las bebidas”, describió Fernández Bodaño.

El camarón, con un mercado muy puntual, se afectó por la baja turística y el impacto de piensos para su alimentación, mientras las empresas pesqueras de plataforma fueron afectadas por el combustible que, aun asignado por el Ministerio, no se disponía a tiempo en los espigones, ocasionando pérdidas de horas-mar.

La Cubana del Pan empleó combustibles convencionales y maíz como materia alternativa; y las pesqueras y cárnicas harina de arroz, en menor existencia debido a su baja cosecha.

En ese complejo contexto, el Minal aseguró la canasta básica con desfases en la entrega de la cuota normada de la Industria Cárnica, y asumió las entregas de alimentos para los centros de aislamiento, lo cual mereció el reconocimiento a este organismo en el enfrentamiento a la pandemia.

Los indicadores económicos, como es de esperar, se afectaron en todas las entidades del Minal. Salvo conservas, el resto tiene deudas con el plan financiero, en las ventas, los indicadores de utilidad y la producción de bienes y servicios.

 LUCES EN EL CAMINO

“Para este 2022 las proyecciones se están montando sobre lo que la capacidad financiera del país pueda generar y las materias primas de producción nacional que se contraten directamente con los productores, proceso que en la carne y la leche amerita mucho más trabajo, al menos en Granma, pues de unos ocho mil productores de ganado solo se ha conciliado un 35 por ciento”, describe el Delegado del Minal.

Conservas está abriendo un sistema de contratación incluyendo un pago en Moneda Libremente Convertible (MLC) a algunos surtidos, entre ellos el tomate, para incentivar la contratación.

“Algunas industrias, a partir de esquemas propios de financiamiento en MLC, importan sus materias primas, por ejemplo, Pescagran ya compró un contenedor de MDM (carne mecánicamente deshuesada) y definió los que requiere en 2022 para generar mayor actividad.

“El Cárnico adquirió cinco contenedores importados y proyecta unas 676 toneladas de importación, que serían siete contenedores trimestrales, lo cual debe dar un respaldo de más de mil toneladas de producción física.

“Ello permitirá, también, suplir el déficit de producción nacional de carne vacuna y de cerdo, mejorar cualitativamente la calidad de las carnes en conserva, sostener el funcionamiento de la tienda virtual, abastecer el Turismo y concurrir a tiendas recaudadoras de divisa.

“Por otro lado, estamos a punto de iniciar la compra de cerdo directamente a los productores para la venta en moneda nacional, lo cual eliminará intermediarios y abaratará los costos”, anticipó Fernández Bodaño.

El Lácteo debe concretar su tienda virtual y sus ventas en plataformas que le permita pagar sobrecumplimiento de entrega de leche al campesino en MLC.

“La acuicultura ha desarrollado un sistema de captura de la angula (alevín de la anguila) que tiene un valor altísimo en el mercado internacional y le posibilita financiar las importaciones del pienso para la cría intensiva.

“La Cubana del Pan hoy comercializa con una visión más vasta; la embotelladora de cerveza está en proyecto de reconvertirla con un espectro más amplio; se está transformando estructuralmente la Fábrica de conservas de Yara, con la idea de producir en Granma la compota de las provincias orientales, y está en proyecto rescatar los laboratorios de microbiología y dotarlos del equipamiento necesario para realizar análisis de calidad en el territorio.

“Las empresas que dependemos de la Agricultura y de las importaciones, de las que no escapa ninguna, deben ajustar la estructura empresarial y la plantilla de cargos, a los niveles de actividad, lo cual difiere de una industria a otra y de la capacidad financiera de cada entidad”, precisó Fernández Bodaño.

El país continuará defendiendo los consumos priorizados, dígase hospitales, internados, merienda escolar y seguirá teniendo al Turismo como un eje estratégico, junto a las tiendas recaudadoras de divisa y las virtuales, que hoy renacen como fuente primaria para financiar los insumos que necesitan las empresas.

Las entidades que venden en tiendas virtuales entregan el 20 por ciento de los ingresos en divisa dura, lo cual se revierte en beneficio para la economía nacional y sobre sectores que no generan divisa y que el país, por política social, debe asumir.

Culminó el 2021, un año difícil en extremo, en el que la Industria Alimentaria contendió durante 12 meses con limitaciones de materias primas, combustibles, envases, prohibiciones económicas, comerciales, trabas y ajustes dentro del propio sector, como parte de la Tarea Ordenamiento. A su paso, experiencias y nuevos modos de hacer alumbran el enrevesado camino de la producción de alimentos.

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