Ante el déficit de leche fresca, principal materia prima para procesar derivados lácteos, la Empresa de productos lácteos Granlac, de Granma, centra sus perspectivas en la soya para generar surtidos y mantener presencia en el mercado.
Granlac elabora más de nueve mil toneladas de yogurt de soya mensuales y vinculado a esta leguminosa también crean leche de soya, por lo general, con sabor a chocolate y de buena aceptación popular.
Luis Rafael Virelles Barreda, director de Granlac, enfatizó que más del 90 por ciento de la leche acopiada está destinada a la canasta básica, única vía para asegurar el consumo de leche a los niños de cero a seis años.
La leche que por su acidez no está apta para el consumo, se destina a la elaboración de queso Blanco, Mozzarella, Fontina y Santa Isabel, mientras, con el suero que genera este procesamiento hacen Miragurt, Suero saborizado y queso Requesón.
Virelles Barreda explicó que los pocos volúmenes de batidos a base de suero y pulpas responden a la ausencia de maicena y azúcar, materias primas que desde hace meses alcanzaron el consumo de lo estipulado para el año.
“La entrega de leche de vaca no llega a los volúmenes pactados con la industria, ello unido a la situación económica del país, la elevación de los precios de la leche en el mercado internacional y el efecto del bloqueo, ha deprimido los niveles productivos de la industria láctea.
“La limitación adquiere tal envergadura, que incluso la leche descremada para los diabéticos no se distribuyó en el mes de septiembre y octubre, y hemos tenido que buscar alternativas para garantizar el yogurt de dieta y no dejar de dar un litro de leche a niños de cero a seis años de edad, buscando destrabar mecanismos y vincular más a los productores”, destacó Virelles Barreda.