Aunque su misión principal es determinar si en efecto, el criticado obispo de Osorno (sur de Chile) fue cómplice de las trasgresiones sexuales del defenestrado sacerdote Fernando Karadima, el fiscal del Vaticano se salió del libreto.
Este martes recibió al vocero de las víctimas de supuestos abusos sexuales al interior de colegios de la Congregación Marista en Chile, Isaac Givovich.
‘Hemos salido con una grata impresión (…) hemos sido escuchados. Este es un paso más para la justicia’, declaró Givovich, abusado cuando apenas tenía seis años de edad.
Fui convocado por la secretaría del Nuncio a reunirme con el obispo de Malta para entregarle testimonio sobre mi situación y la situación de lo que hemos vivido por los desmanes sexuales eclesiásticos en la Congregación de los Hermanos Maristas, comentó.
Otro testigo esencial, el ahora médico Juan Concha, quien acompañó a Givovich a la reunión, relató que desde los 10 años de edad ‘viví un eterno juego perverso’.
Fuimos abusados en nombre de Dios, sentenció Givovich.
La semana anterior, Scicluna se entrevistó con tres integrantes del grupo de los Laicos de Osorno, opuesto al nombramiento de Barros como obispo de esa ciudad y designado en 2015.
Asimismo, conversará con tres sacerdotes que trabajaron para Barros.
Fue el propio papa Francisco quien asignó la complicada tarea a uno de los más experimentados investigadores del Vaticano, en una postura que mostró el cambio de actitud del Sumo Pontífice luego de capítulos desafortunados en Chile.
James Hamilton, médico cirujano, fue al igual que el periodista Juan Carlos Cruz, de las figuras prominentes que han señalado a Barros por apoyar a Karadima cuando éste cometía sus actos de trasgresiones sexuales con seminaristas.
Pero Hamilton fue particularmente mordaz después de hablar con Scicluna, al cuestionar a los líderes de la Iglesia Católica de Chile, al cardenal Francisco Javier Errázuriz y al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, a quienes calificó de ‘mentirosos y encubridores’.
Detalles de los próximos pasos del fiscal del Vaticano se conocerán en las próximas horas. Originalmente, su agenda terminaba el 24 de febrero y debía presentar un informe al papa Francisco el día 26.
En enero pasado, en ocasión de su visita al país austral, el papa fue enérgico en sus condenas a los abusos de ministros de la iglesia y pidió perdón a la ciudadanía, pero después se complicó al defender a Barros.
Ya el papel del encargado de investigar los ‘delicta graviora’, se activó el 18 de febrero en Nueva York, a donde fue a recoger el testimonio de Juan Carlos Cruz.