El hotel Royalton de Bayamo, es una instalación privilegiada. Estuvo destinada a la singularidad desde que su estructura naciera en 1942, en el corazón mismo de la ciudad, un entorno donde se desbordan cultura e historia, y declarado Monumento Nacional el 10 de octubre de 1978.
Esas dotes, compartidas con otras pequeñas plantas hoteleras cubanas, caracterizadas, además, por refinada decoración, y una elegancia en la cual se conjugan intenciones antiguas y contemporáneas, mucho le valieron a él como a los otros, para ser declarado E, por más señas, hotel Encanto.
La instalación bayamesa da acceso a la primera Plaza de la Revolución del país; al lugar donde se estrenó el Himno nacional, el mismo día que la ciudad fue declarada capital de la República en Armas; a la casa natal de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria…
En busca de la leyenda donde confluyen tales acontecimientos, y del acercamiento a una urbe que es hoy industrial y rectora del desarrollo económico y social de la provincia de Granma, visitaron al Royalton entre el 2010 y el 2017, más de 56 mil turistas, en lo fundamental de Alemania, Inglaterra, Francia y Holanda.
Pero dicho patrimonio material e inmaterial no solo ha cautivado a quienes han llegado, e incluso repetido, sino también, el empeño continuo de la instalación por hacer de la calidad, un atributo indiscutible.
Así lo asegura José Ignacio Pineda Fonseca, su director, quien destaca que todos los esfuerzos en esa dirección se resumen en poner en marcha un sistema de gestión de calidad con alcance para todas las áreas, y el cual ha priorizado una manera distintiva de atender a los clientes, la decoración, el confort, la capacitación idiomática, el rescate de la cocina cubana con platos locales, y el mejoramiento de los medios de trabajo, por citar algunas acciones.
Varios sitios de opinión monitoreados diariamente, le adjudicaron a la instalación el pasado año, un 96.5 por ciento de índice de satisfacción de los clientes.
En realidad, el trabajo enfocado a la excelencia ha entrado en etapa de consolidación, pues el Royalton, (cuatro estrellas y 33 habitaciones) se ha mantenido en el último trienio como líder de calidad del Complejo Hotelero Islazul Granma; en el 2017 se erigió como Colectivo eficiente nacional, y aspira a volver a merecer este año el reconocimiento internacional de calidad otorgado por HolidayCheck, el mayor portal independiente de habla alemana y el líder de ese mercado, en opiniones de viajes y vacaciones.
SARA, LA LÍDER
Sara Llorente Llorente, es la única trabajadora del complejo que ostenta el sello de calidad.
En funciones actuales de capitana de salón, aclara que entró al sector, específicamente al Hotel Sierra Maestra, solo con algunos conocimientos y su ejercicio hizo que fuera captada para formarse como gastronómica.
Al Royalton llegó desde que se fraguaba su remodelación para pasar de Gastronomía a Islazul, con la responsabilidad de atender a los constructores.
El haber sido seleccionada líder de la calidad lo atribuye con sencillez, a lo tanto que le gusta su trabajo, al infinito amor conque lo desempeña, y a esa costumbre de tratar de que el cliente vea que hace su labor con deseo. “La cara lo dice todo, siempre estoy con una sonrisa, y ser líder es un reto, un compromiso”.
EXTENSIÓN
Para Nancy Estrada Milanés, directora de Islazul Granma, el 2017, efectivamente, marcó pautas en la avance continuo de la calidad de todo el complejo hotelero que, caracterizado por su dispersión geográfica, integra junto al Royalton, otras siete instalaciones.
En esa etapa, por ejemplo, se desarrollaron múltiples acciones, entre estos, talleres de calidad con los mandos intermedios y trabajadores de las áreas de operaciones y de apoyo.
“Un logro importante en el 2017, agregó, fue el mejoramiento del producto desde el punto de vista físico, pues se recuperaron 96 habitaciones que estaban fuera de orden; en tanto se dotó a casi todas de split de una tonelada; se completaron con TV plasma; se sustituyeron mobiliarios, mantelería, luminarias, colchones, secadores de pelo, entre otros.
Durante el período completaron su licencia sanitaria todas las plantas del complejo hotelero granmense, primero de su tipo del país en conquistarlo.
Es ese otro aval que suma a una trayectoria que asciende no solo en la calidad, sino también en los ingresos, y que aporta en estimable medida al propósito del sector turístico general de Granma, de hacer del 2018 el año que marque su definitivo despegue.