Tokio, – El gobierno de Japón abrió hoy parte de la ciudad de Futaba, prohibida debido a la radiación del desastre nuclear de Fukushima, para mostrar la recuperación de la región antes de los Juegos Olímpicos de Tokio.

El levantamiento parcial de la prohibición de entrada se produce semanas antes de que la antorcha olímpica pase a través de Futaba, a unos cuatro kilómetros de la planta nuclear destruida.

Dicha ciudad, la última que había estado prohibida debido a la radiación, también vio la primera flexibilización de la orden de evacuación emitida después del desastre nuclear.

Sin embargo, el acceso sin restricciones solo se permite a un área en la parte noreste, un cuatro por ciento del área total de la ciudad.

No obstante, muchos mostraron su regocijo por poder volver a visitar el lugar.

“Estoy abrumado por la emoción”, dijo el alcalde de Futaba, Shiro Izawa, quien se comprometió a impulsar constantemente la recuperación y reconstrucción del lugar.

Las autoridades municipales dicen que esperan ver regresar a los antiguos residentes de Futaba, pero las perspectivas son sombrías debido a la persistente preocupación por la radiación.

Muchos ciudadanos también encontraron nuevos empleos y vínculos en otras comunidades después de la evacuación, y solo alrededor del 10 por ciento dice que planea regresar.

Toda la población de siete mil personas se vio obligada a evacuar Futaba después de que tres reactores se derritieron, cuando la planta nuclear de la ciudad fue dañada por un terremoto de magnitud 9 y un tsunami el 11 de marzo de 2011.

La fusión de los tres reactores en la central nuclear de Fukushima No. 1 de la ciudad provocó la liberación de cantidades masivas de radiación que contaminaron el área circundante.

Después de Futaba, las órdenes de evacuación también se levantarán parcialmente para la ciudad de Okuma y para la ciudad de Tomioka, que se encuentran entre los siete municipios donde se establecieron zonas de difícil retorno por el accidente nuclear.

La planta nuclear de Fukushima Daichii está siendo desmantelada en un proceso que llevará décadas.