Unos 100 jóvenes de Granma apoyarán a ancianos que viven solos y a ciudadanos que viven en situaciones extremas, una hermosa tarea para evitar la propagación de la COVID-19 en grupos vulnerables.
Los pinos nuevos, que estudian en universidades del territorio, llevarán hasta la casa de los beneficiados alimentos que vende el Sistema de Atención a la Familia (SAF), un programa surgido en 1996, destinado a complementar la dieta de personas de la tercera edad sin compañía, limitados físico-motores y casos sociales críticos.
Asimismo, cuando sea necesario, los imberbes también servirán de mensajeros farmacéuticos para trasladar medicamentos a estos ciudadanos necesitados, según explicó Dilberto Manuel González García, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, después de abanderar simbólicamente en Bayamo al contingente Victoria de Girón, de la capital provincial, que participará en la tarea.
Arlenis Silveira Martínez, alumna de la Universidad de Granma, recibió el estandarte en nombre de sus compañeros del grupo, que la Ciudad Monumento tendrá 50 integrantes.
Otro contingente de mozalbetes fue abanderado la víspera en Manzanillo, ciudad en la que también atenderán a personas mayores de 60 años que viven solos y otros grupos carentes de apoyo familiar.