Nicolás Azcarate fue un destacado jurisconsulto, orador y periodista cubano del siglo XIX, fundador de las tertulias en el Liceo Literario de Guanabacoa y afiliado al reformismo, aunque eso no le impidió relacionarse con partidarios del independentismo, desdoblamiento que resultó muy útil a España al comenzar la Guerra de 1868, que llevaría a la muerte al poeta Juan Clemente Zenea.
Poco después de iniciada la contienda, Azcarate se radicó en EE.UU, convencido de que el camino para su patria era el de las reformas propuestas por el gobierno hispano en el poder, gracias al llamado movimiento liberal de septiembre de 1868, que concebía aplicar cambios en la administración de la Isla de corte autonomista.
En Estados Unidos coincidió con Mauricio López Roberts, en ese entonces embajador español, crítico de arte, periodista y hombre de letras, quien con astucia y refinamiento en el trato involucró al abogado cubano en su planes de enviar un emisario a la manigua, encargado de convencer a los insurrectos de deponer las amas bajo la promesa de obtener la autonomía.
El diplomático peninsular estaba alineado a los sectores más liberales del gobierno en el que se encontraba Segismundo Moret, ministro de Ultramar, quien consideraba la vía de las negociaciones con los insurrectos y las propuestas de paz sobre la base de la autonomía como la forma más efectiva de acabar con la guerra, a lo cual se oponían tercamente las autoridades coloniales de la Isla.
Juan Clemente Zenea, amigo de Azcarate desde los años de la tertulias de Guanabacoa y uno de los más importantes poetas románticos de su época, también se exilió en suelo norteamericano por segunda vez en aquel entonces.
Con anterioridad, en 1852 se vio obligado a emigrar a New Orleans por su oposición al colonialismo que lo condenó a muerte en 1853, pero debido a la amnistía general fue perdonado y pudo regresar a Cuba al año siguiente para dedicase al periodismo, el magisterio y la literatura.
El intelectual Cintio Vitier en un libro titulado Rescate de Zenea , sobre estos acontecimientos, que incluye el estudio del expediente judicial del poeta, coincide con José Martí al afirmar que el bayamés no traicionó a la Patria
Iniciada ya la Guerra de los Diez Años y radicado en EE.UU, Zenea trató infructuosamente de enrolarse en una expedición independentista y al parecer en esas circunstancias fue escogido por Azcarate y el embajador español para la misión de llevar la propuesta de paz al campo insurrecto, la cual extrañamente aceptó.
Logró llegar a la Isla clandestinamente en 1870, y luego de una entrevista con el presidente de la República en Armas, Carlos Manuel de Céspedes, fue apresado por las tropas hispanas al tratar de retornar a la vecina nación norteña a principios de 1871 y al parecer se salvó de ser ejecutado en el acto -según lo aplicado para los prisioneros-, por tener un salvoconducto de López Robert, pero fue enviado a la capital y recluido en la Fortaleza San Carlos de La Cabaña.
La ínsula era gobernaba por el capitán General Blas Diego de Villate y de la Hera, conde de Valmaseda, representante de los intereses más integristas asociados a los voluntarios y comerciantes enriquecidos con la trata de negros, quien no tuvo en cuenta la aparente misión de paz de Zenea y lo condenó a ser fusilado en el Foso de Los Laureles, en la Cabaña, el 22 de agosto de 1871, después de ocho meses de cautiverio.
Horas antes de ser ejecutado escribió los versos del poema A una golondrina, que prefigura su triste destino: Mensajera peregrina, /
Que al pie de mi bartolina
Revolando alegre estás
¿De dónde vienes, golondrina?
Golondrina, ¿a dónde vas?
No busques volando inquieta
Mi tumba oscura y secreta,
Golondrina, ¿No lo ves?
¡En la tumba del poeta
No hay un sauce ni un ciprés!
El intelectual Cintio Vitier en un libro titulado Rescate de Zenea , sobre estos acontecimientos, que incluye el estudio del expediente judicial del poeta, coincide con José Martí al afirmar que el bayamés no traicionó a la Patria, sino que fue “víctima de una trampa construida en parte por sus propias manos y que resultó superior a sus fuerzas”.
Increíble el fin del poeta Juan Clemente Zenea,en la etapa colonial se vivieron barbaridades,como el pudo prestarse para llevar esa propuesta al gobierno de la republica en Armas?ademas el papel de Azcarate en todo esto?porque el del voluntario López Robert era de esperar cuando meses más tarde llevo a los 8 estudiantes de medicina a ser pasados por las armas.Esperemos que la justicia divina les haya dado su merecido a todos los voluntarios que actuaron en contra del sentido común del hombre,las familias y de la nación cubana.