Una idea magnífica a veces no desemboca en la mejor realidad y termina siendo derrotada por las eventualidades o por las complejidades de la vida.

Así sucedió, por ejemplo, con los IV Juegos deportivos comunitarios, que concluyeron en Bayamo, con el triunfo de la representación anfitriona.

Fue una competencia que involucró a diez  municipios de la provincia, cuya sede soñada era un barrio de la capital provincial. Sin embargo, para sorpresa de muchos, tuvo lugar en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Pedro Batista Fonseca.

“Este certamen surgió con el objetivo de rescatar los juegos que tradicionalmente se hacían en nuestras comunidades. Esta vez se convocaron nueve modalidades: fútbol callejero, voleibol, cuatro esquinas, maratón recreativo (incluye monta en sacos, carreras a caballitos, etc), relevo, dama, dominó, tracción de la soga y suiza colectiva”, explicó a La Demajagua Yunior de la Cruz Véliz, jefe técnico del evento.

Él mismo reconoce que lo mejor hubiera sido, como en las lides anteriores, congregar a muchos vecinos para que vieran las interesantes pugnas por demostrar cuál de los conjuntos –cada uno compuesto por cuatro varones e igual cantidad de hembras- es el más hábil y sagaz.

Rigoberto Jiménez Cabrales, metodólogo provincial de recreación en el Inder, expuso que, aunque los Juegos fueron programados para agosto para llevar otra oferta de diversión popular, “golpeó la reducción del combustible al 50 por ciento” de lo previsto y “hubo que reajustar el calendario y el proyecto de la competencia”.

Se optó entonces por concentrar a todos los concursantes en un sitio que, además de servir de villa, tuviera las instalaciones para las nueve pruebas en disputa.

“He estado en ediciones anteriores y es verdad que no se parece en nada un torneo a puertas cerradas que al aire libre. No es lo mismo sentir el aliento y el calor del público que esto de ahora, pero son causas mayores”, expuso Adriel Espinosa Aguilar,  capitán del equipo campeón.

SER “MULTIOFICIO”

Olvidando la falta de espectadores, esta cuarta versión mostró nuevamente el potencial de Bayamo, que estuvo representado por el combinado de Siboney. Detrás de los anfitriones se ubicaron las escuadras de Jiguaní y Media Luna, por ese orden.

“Esto fue reñido todo el tiempo, pero nosotros teníamos la confianza en ganar y así lo hicimos”, dijo la joven Diana Rosa Rondón,  residente en Manopla e integrante del elenco de la capital provincial.

Por otro lado, esta lid volvió a ser puente para iniciar amistades, confraternizar y prepararse para futuras contiendas, tal como expresara Yoryelis Álvarez Sánchez, capitana del equipo de Bartolomé Masó.

“Si hay algo positivo de los Juegos es que ocupan el tiempo libre, especialmente el de los jóvenes que deciden participar. Ellos aprenden a desarrollar numerosas habilidades porque tienen que exigirse al máximo en varias modalidades”, agregó ella.

Esos conceptos se entroncan con las expresiones de Beatriz Martínez Figueredo, quien con 17 años representó a Campechuela, otro de los territorios que necesitan “superarse”. “Aquí se aprende mucho porque hay que tener destreza para el fútbol, pero también para el dominó o el juego de las cuatro esquinas, que para mí es el más difícil de todos”.

Otro punto a favor de los “comunitarios” radica en su deseo de potenciar la base pues, en teoría, no deben existir “selecciones”. Los equipos han de competir desde abajo y mantener la “pureza” hasta el nivel nacional.

“Nosotros somos de Bartolomé Masó, pero venimos de El Corojo, una comunidad que hemos dado a conocer en nuestros intercambios con el resto de los equipos”, ejemplificó Yoryelis Álvarez.

EL GUASO A LA VISTA

Mientras se prepara la próxima edición provincial de los Juegos, los ocho bayameses que representarán a Granma seguirán alistándose para el evento nacional, con escenario en Guantánamo del 20 al 25 de septiembre.

Será un reto difícil porque los de la Ciudad Monumento ostentan el título de Cuba, ganado hace dos años, precisamente en la capital de Granma.

“Cada vez los equipos se fortalecen más y más. Los rivales de mayor consideración serán Artemisa y Santiago de Cuba, pero no podemos descuidarnos  de Camagüey ni de Guantánamo”, declaró Adriel Espinosa, quien comanda la nave bayamesa.

“Vamos –sentenció- con el mismo espíritu de la competencia anterior. Antes habíamos alcanzado dos medallas de bronce, pero ahora somos los campeones de Cuba y queremos mantenernos en la cima.

 CARRERAS SIN CORRER

Los Juegos comunitarios se celebran cada dos años. Comienzan por los “enfrentamientos” entre los combinados deportivos de cada municipio.  Los equipos incluyen la participación de un profesor de Educación Física, quien casi siempre funge como capitán.  Siempre se hace una escala de puntuación cada competencia; al final los puntos obtenidos, de acuerdo con el lugar, se suman y así sale el campeón.

Esta vez, en el certamen provincial, estuvieron ausentes Río Cauto, Manzanillo y Yara, territorios que han de ponerse las pilas para futuras contiendas. Uno de las lizas más atrayentes es de las cuatro esquinas: se golpea una pelota de goma con la mano, pero la conexión siempre tendrá que ser de roling. No se corre hacia las bases, sino que se camina; quien viole esta norma será decretado out por los jueces.