La Cambula

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Por Diana Iglesias Aguilar | 11 marzo, 2020 |
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FOTO/ Autor desconocido

Con el título de La Cambula circula en el periódico bayamés La regeneración de 1866 un poema de extraordinario lirismo y musicalidad afín con una canción que fuera interpretada en Bayamo por el tenor Carlos Pérez, en la noche del 27 de marzo de 1851, acompañado de guitarra y amigos intelectuales, noctámbulos, animadores de las noches largas y condimentadas con poesía, teatro y charlas iluminadas en la ciudad.

El poema lo firma un tal Gumersindo, alguien que pretenderá  esconder quizá algún amor no correspondido o no bien mirado.

Dos años más tarde se murmurará en las regiones de Bayamo y Manzanillo, que el poema pertenece al abogado y hacendado bayamés Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, el que enviuda en enero de 1868 próximo a cumplir 49 años  y está dedicado a Candelaria Acosta Fontaigne, una joven que el dos de febrero de ese año cumplirá 17 primaveras.

Es cierto que el hombre maduro, padre de tres hijos, agrimensor y promotor del desarrollo agrícola y las aplicaciones los últimos adelantos técnicos   para la obtención de mieles de la caña de azúcar, reconocido jurisprudente, devenido actor y teatrista, ama entrañablemente a una joven  de distinta clase social, sin abolengos, la que puede ser, por la edad, su hija.

Pero resulta esta joven cómplice de los ideales independentistas de Carlos Manuel, hombre impetuoso y decidido a que Cuba sea libre del colonialismo español.

Quizá por conservar las tradiciones familiares o por su enfermedad, que padeció por largos años, Carmen, la prima y esposa, no compartiera, o al menos no lo deja explícito, los ideales del patriota.

Le corresponde a Cambula Acosta, a quién el patricio llama hermosa trigueña, coser la insignia del amanecer de gloria y al entregarla a los independentistas dice la joven: “Primero mueran antes que verla deshonrada”, no hacen falta más palabras para descubrir sus sentimientos hacia la Patria.

Otras coincidencias o azares estarán en la vida de Cambula y Carlos. Será la única de sus mujeres que  descanse eternamente muy cerca del Padre de la Patria en el mismo campo santo y la única que en vida reciba la Orden “Carlos Manuel de Céspedes”, con el grado de Oficial el 20 de enero de 1935, aunque ya enferma la recibe en el lecho de su casa en Lacret número 43 esquina a Habana,  en Santiago de Cuba, donde muere cuatro meses  después.

Candelaria Acosta le dará dos hijos al Primer Presidente de la República en Armas: Carmita en 1869 y Manuel en 1872, al que no llegó a conocer pues su madre salió de Cuba embarazada ante los peligros que sobre ella se ciernen al ser cómplice de un hombre todo valor que impulsa a un pueblo a buscar libertad.

En el exilio recibirá las cartas de Carlos, su Carlos, que aunque lo sabe casado con la elegante y aristocrática Ana de Quesada, no renuncia al amor del padre de sus hijos  plasmado en las epístolas, cargadas de preocupación por la prole y llenas de consejos para el cuidado de ella y sus hijos.

En 1881 regresa Cambula a la isla, se instala en la humilde comunidad de Marimón, pueblo de pescadores y de gente que no espera el sol para comenzar los quehaceres del día.

Había nacido el 2 de febrero de 1851 en una de las casas del batey Demajagua, vivió para reconocer delante de la Cámara de Representantes y el Senado de la República, la bandera por ella confeccionada en la noche del 9 de octubre de 1868, para conversar con estudiantes santiagueros sobre la gesta independentista y como se lo pidieron, volver a coser una bandera similar a aquella, de la que como la primera, no supo hacer la estrella, quizá esa estrella era su amado, al que le fue fiel de muchas maneras y quién sin dudas la amó más allá de diferencias de clase y tabúes sociales.

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  1. Muchas gracias por este articulo sobre la vida de una mujer que estuvo al frente de la batalla por la independencia de Cuba. Mi nombre es Ernesto Acosta y yo soy tataranieto de Candelaria Acosta. Mi bisabuela, Isabel Acosta fue hija de Candelaria y el Catalan Juan Acosta. Yo vivo en los Estados Unidos desde 1967. Debido a eso, no conozco mucho de los detalles de la vida de Cambula. Yo tuve la oportunidad de ver y tener en mis manos la condecoracion Carlos Manuel de Cespedes que fue otorgada a Cambula en la ocasion de su viaje a La Habana, donde reconocio la bandera que ella cosio. Candelaria fue una gran mujer, que le dio tanto a la Patria. Fue un ejemplo del patriotismo y coraje de la mujer Cubana. Yo estoy orgulloso de ser descendiente de ella. Gracias por su articulo.