Un año ya de haberse detectado en Cuba los primeros casos positivos a la Covid-19, enemigo que ha cobrado la vida a miles de personas en todo el mundo.
La ciencia cubana con alto prestigio internacional se hizo presente, con cinco candidatos vacunales en desarrollo clínico: Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa, que han traído la esperanza a un país subdesarrollado y bloqueado, pero que cuenta con excelentes especialistas en la materia.
Soberana 02, inició el tres de marzo del presente año su fase III, convirtiéndose así, en la primera vacuna en América Latina que llega a esta etapa. Como era de esperar enemigos de la nación han puesto en duda el desarrollo de las mismas, lanzando una campaña en redes sociales soliviantando al pueblo cubano a que no se la ponga. Sin embargo, no son éstas las primeras que desarrolla nuestro país, pudiera citar:
– Vacuna antivariólica, desarrollada a finales del siglo XVIII por el científico cubano Tomás Romay, para tratar la enfermedad de la viruela.
– Vacuna contra la poliomielitis y con ésta, Cuba fue el primer país en América Latina en eliminar este padecimiento.
– Vacuna recombinante contra la Hepatitis B.
– Vacuna contra la Meningitis producida por Haemophilus, Influenzae y Pentavalente.
– Vaxira, vacuna contra el cáncer de pulmón, de células no pequeñas en etapas avanzadas.
– CIMaher, vacuna para tratar el cáncer de cabeza y cuello, esófago, páncreas y glomia pediátrico.
Todas con excelentes resultados no solo dentro, sino fuera de la isla. Entonces, ¿por qué el asombro de que Cuba haya desarrollado 5 candidatos vacunales contra la Covid-19? Seamos realistas, confiemos en nuestro sistema de salud, que no descansa, y que en tiempo récord, ha traído la esperanza a un país que aguarda la eliminación de una pandemia que sigue cobrando vidas.