Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, expresó que la Isla tiene resultados impresionantes en el campo de la cultura, sin embargo, todavía debemos avanzar en la integralidad de esa cultura, en cuanto a educación formal, normas de convivencia.
En declaraciones ofrecidas en el marco de la Fiesta de la Cubanía, que culmina hoy en Bayamo con la celebración del Día de la Cultura Cubana, el Ex Ministro de Cultura de Cuba exhortó a los maestros, comunicadores, artistas, instructores de arte e instituciones a trabajar de conjunto y con coherencia en la defensa de la identidad nacional, la cultura nacional.
“Haber escogido el 20 de octubre, fecha en la que se interpretó el himno de Bayamo (hoy Himno Nacional de Cuba) como Día de la Cultura Cubana, nos habla de ese vínculo inseparable, esa relación verdaderamente indisoluble entre nación y cultura, y por eso es tan importante defenderla, porque estamos defendiendo a la Patria, construyendo las trincheras de ideas que decía José Martí, que son también trincheras de los valores”.
“Para muchos países son sueños yo diría que impensables, tener el cien por ciento de la población infantil escolarizada, un sistema de escuelas de arte como tenemos nosotros, varias orquestas sinfónicas, bandas municipales de conciertos, cuyo programa se inauguró precisamente en Bayamo”, agregó.
“Recuerdo la frase de Fidel Castro de que Cuba sería el país más culto del mundo, pero al mismo tiempo tenemos la advertencia de Raúl Castro en la Asamblea Nacional de que somos un pueblo instruido, pero todavía no somos un pueblo culto y habló de conductas marginales, indisciplina social, cierta pérdida en las normas de convivencia, que indican que nos falta avanzar en ese campo; en eso el papel de la familia y la escuela es insustituible.
“La gentileza, la caballerosidad son atributos vitales de una persona culta y ahí tenemos que avanzar. La cultura ayuda mucho a transformar a las personas y lo hemos constatado en las experiencias que hemos hecho en comunidades marginales, en las prisiones; y no es que lo haga de un día para otro, pero empieza a cambiar, la cultura dignifica al ser humano.
“Muchachos que integraron esas bandas provenían de escuelas de conductas, padres alcohólicos, familias disfuncionales, jóvenes con una vida difícil, y luego de integrarse a un colectivo como la banda municipal, aprender música, tu veías que en el rostro de esos muchachos había una luz nueva, un resplandor; porque la cultura sí transforma al ser humano, lo dignifica, es lo que nos separa del animal, de lo instintivo, esta y la educación, por supuesto.
“Yo creo que también hay que dar la batalla en ese campo; y en eso tienen un papel importante las comisiones de prevención, en las cuadras, con la familia, el maestro, el entorno, todos son elementos que contribuyen a formar tempranamente hábitos de apreciación cultural y de educación formal.
“Con un adulto todo es más difícil, que esa persona ya formada, con buenos o malos hábitos, se transforme es más difícil, pero es diferente con los pequeños. Por eso Fidel insistió en los instructores de arte, en que aprendieran las tradiciones de las comunidades en las que iban a trabajar, insistió en la idea de Armando Hart de que la escuela es el centro cultural más importante de la comunidad. Son cosas que tenemos como ventaja y que no aprovechamos suficientemente.
“Este es un momento muy complejo para librar la batalla en el campo de los valores, tenemos gente ostentando y gente con dificultades financieras, sabemos que todavía no hemos resuelto la productividad necesaria para elevar los salarios, y se nos crean diferencias sociales; el tejido social nuestro se ha hecho más complejo.
El escrito y profesor insistió en la importancia de la articulación, del trabajo conjunto de la escuela, los medios de comunicación masiva, las instituciones de la cultura. En manos del maestro libros, filmes… que exponen genuinas manifestaciones de cubanía son indispensables para inculcarle a nuestros niños el amor por sus raíces, por esos hombres y mujeres que nos trajeron hasta aquí.