A principio del año 2000, durante una matinal reunión de lunes, Luis Carlos Frómeta Agüero, entonces director del semanario La Demajagua, dijo que a partir de ese día no se recibiría ningún material periodístico escrito a máquina en las cuartillas pautadas utilizadas hasta ese momento; sus autores debían redactarlos en las computadoras allí instaladas días atrás.

Dictó así sentencia de muerte de la redacción tradicional en el órgano informativo de la provincia de Granma, con su magia, al decir del escritor Eduardo Galeano, de ruidos de máquinas de escribir, debates sobre disímiles temas y humo de cigarrillos.

La metamorfosis  comenzó dos años antes,  al digitalizar la unidad gráfica José Joaquín Palma,  en la cual se editaba dicha publicación, el proceso de realización de esta, y enviarla a imprimir en el poligráfico José Miró Argenter, en Holguín.

De entrada, la modernización del proceso editorial significó disminución considerable de gasto de electricidad, al cesar el empleo, entre otros equipos altos consumidores de ese tipo de energía, de linotipos, de la máquina especial Ludlow de hacer los tipos de letras utilizados en los títulos, la fundidora para confeccionar las llamadas tejas, las cuales se hacen con plomo, derretido mediante resistencias eléctricas.

El personal técnico de la publicación tuvo que pasar cursos de adiestramiento en la utilización de los medios de cómputo, en Joven Club de Computación y Electrónica, en el propio periódico, e incluso, en el Instituto internacional de periodismo José Martí y en la Escuela Superior del Partido Comunista de Cuba Ñico López, en La Habana.

Al digitalizar su publicación, los redactores del periódico granmense hicieron a un lado las máquinas de escribir Olivetti  y Robotrón, con sus cintas negras unas y rojinegras otras, y el diseñador y el diagramador o formatista abandonaron tipómetros y lápices de colores,  pues el diseño y la composición dejaron de realizarse en grandes mesas inclinadas, para hacerlas en computadoras, con tal exactitud, que no quedan espacios para cuñas y entrefiletes.

Al principio, Miguel Güel Polanco, formatista, continuó usando la mencionada regla graduada en puntos tipográficos, para comprobar en el monitor de la PC las medidas de fotos, y más de un periodista perdió textos completos, al pinchar no guardar, en el momento de cerrarlos.

El amplio laboratorio de fotografía pasó, también,  a la inactividad, junto con las queridas y muy buenas cámaras Nikon, sustituidas por una diminuta Casio, primero, y  una Mavica, después, que funcionaba con disquetes de 3,5 pulgadas.

Cuando aún a los trabajadores del rotativo granmense no se nos había pasado el mareo de sumergirnos en el inmenso campo de las tecnologías de las infocomunicaciones, el historiador de la ciudad de Bayamo, Ludín Fonseca, nos hizo ver, en un Festival de la prensa escrita, que nuestro periódico se había convertido, con su versión digital, puesta en línea el 27 de diciembre de 2000, en un medio masivo de comunicación internacional.

Aparejada a la redacción  establecida, se crea la de internet: La Demajagua digital, para la creación y publicación de contenidos.

EN FACEBOOK

La página de La Demajagua en Facebook fue creada el 12 de noviembre de 2013 (antes solo se trabajaba en el perfil).  Trata de identificarse con el público con productos comunicativos frescos (ciencia y técnica, curiosidades y otros), que combina con noticias de actualidad y galerías de imágenes, para hacer más atractiva la presentación de los contenidos.

En cuanto a Twitter se sigue la misma política que el caso de Facebook, pero ajustada a las características del medio; además se retwittean contenidos relevantes de otros medios.

El canal de Youtube se mantiene, al igual que los repositorios, tres en Flicker (uno institucional y dos personales vinculados al medio).

BLOGS

La comunidad bloguera de La Demajagua está representada por siete blogs, de los cuales uno es actualizado diariamente.

Para un periodista, es muy estimulante saber que sus productos informativos son consumidos, o sea, leídos, escuchados, vistos, y que generan comentarios, si es a favor, magnífico; si es lo contrario, muy bien.

EXPERIENCIA PERSONAL

El 21 de octubre de 2009 subí a La Demajagua digital  una entrevista titulada Camilo era mi hermano,  (no disponible en la actualidad)  la cual he visto referenciada incluso en blogs. El 8 de enero de 2016, a  las 10.40 a.m., había recibido 33 mil 844 visitas.

Ahí veo, desde lo personal, un ejemplo del impacto de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el periódico La Demajagua, algo impensado al fundarse como órgano informativo de la provincia de Granma, el 10 de octubre  de 1977, pues en ese año en dicha localidad había solo 10 centros telefónicos, de los cuales únicamente estaban automatizados los de Bayamo y Manzanillo, el resto eran operados manualmente, y tenían, en total, 3 200 líneas telefónicas.

Dicho con términos de los empleados por los comentaristas deportivos, el del periódico  La Demajagua al ciberespacio, fue un salto con pértiga.