Expectante permanece el movimiento atlético en la suroriental provincia de Granma, ante los resultados finales de los 55 Juegos nacionales escolares (JNE) y la Olimpiada juvenil, que debían concluir este domingo en varios escenarios del país.
Tanto en uno como en otro torneo, las delegaciones granmenses se mantenían en la cuarta posición y muy cerca de la vanguardia, como sucedió en el 2018, cuando finalizaron en el tercer lugar.
Sin embargo, el panorama se presenta más complicado que en la versión anterior, aunque para los escolares el propósito de anclar terceros es más asequible que el de los juveniles, en ambos casos, antecedidos por La Habana y Santiago de Cuba.
Apenas dos unidades separaban a los granmenses (459) de Villa Clara (461) en los JNE en el afán de repetir el tercer escaño de las dos ediciones anteriores. Diferencia que podrían eliminar, al sumarse ciclismo y voleibol, únicas disciplinas por computar.
Al parecer, el acumulado de los villaclareños es alcanzable, pero los voleibolistas necesitan -a toda costa- sacar ventaja, porque los ciclistas ya recortaron, después de ubicarse sextos, dos escaños por delante de los centrales.
La actuación toma matices más significativos, después de situarse segundos en el medallero, con 55 preseas de oro y 148 en total, solo superados por la representación capitalina (117 y 275).
Entre los juveniles, la lucha es con Pinar del Río (412), aunque la situación parece casi insalvable, al ubicarse cinco rayitas por debajo y también solo resta el deporte de la malla alta por compilarse, en el que los orientales quedarán más rezagados.
De todas maneras, es admirable disputar el tercer puesto hasta las postrimerías de la justa, para un territorio que cuenta -quizá- con la infraestructura deportiva más pobre del país.
Asimismo, recordar que colocarse entre los cuatro primeros lugares no deja de ser un desempeño relevante; mas los últimos resultados dirán la palabra definitiva en una cita, que ayuda a fraguar a la más joven generación e atletas cubanos.