La ley Helms-Burton y la prepotencia de EE.UU.

Share Button
Por Yasel Toledo Garnache | 10 mayo, 2019 |
0

La aplicación del capítulo III de la Ley Helms-Burton por primera vez en la historia reafirma la prepotencia del presidente estadounidense Donald Trump y su administración.

No importó el rechazo mundial, los argumentos sólidos contra un engendro que impide la libertad de comercio e inversión, viola las leyes y los derechos humanos del pueblo cubano, la Constitución de los EE.UU. y varias normas jurídicas de ese país; asimismo, numerosos estatutos del derecho internacional que regulan las relaciones políticas, económicas y financieras entre los estados.

La más elemental cordura hacía permanecer a ese capítulo solo en el papel, por su amplio carácter extraterritorial. Es casi irracional que demanden ante tribunales a quienes tengan negocios con empresas y otras propiedades cubanas, nacionalizadas hace varias décadas, como también pensar en eliminar escuelas y hospitales para entregar las construcciones a unos supuestos dueños que, en muchos casos, ya no existen y fueron explotadores y asesinos.

Los mandatarios anteriores evitaron su aplicación mediante órdenes de suspensiones temporales de seis meses, pero Trump parece ir en contra de todo lo sensato.

El 2 de mayo fue la fecha del pitazo inicial por parte del controvertido presidente, y la empresa de cruceros Carnival se convirtió en la primera demandada, lo cual sucedió en Miami, ciudad que ya constituye símbolo de las acciones contra el pueblo cubano.

El motivo expresado fue el uso de instalaciones portuarias en la nación caribeña que después del triunfo revolucionario de 1959 fueron nacionalizadas o expropiadas.

Esto, por supuesto, sirve de alerta y hasta de barrera para muchos empresarios de todo el orbe, que no asumirán el riesgo de ser llevados a los tribunales por establecer relaciones comerciales con Cuba, a pesar de que les interesen algunas propuestas del archipiélago.

Los sucesos recientes contra la patria de José Martí y Fidel Castro no son aislados. Forman parte de la estrategia contra la izquierda de la región, especialmente en Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba.

Donald Trump, además, podría estar pensando en las elecciones del 2021, e intenta agradar al sector anticubano, que incluye a varios de sus asesores.

A pesar de los efectos inevitables, resulta imposible otro período especial aquí. El país tiene relaciones comerciales fuertes y proyectos de inversión a largo plazo con múltiples países.

La nueva Constitución, los pasos a favor del Plan de la Economía hasta el 2030, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y de la Revolución, la infraestructura interna y otras acciones crean un escenario muy distinto al de aquel momento.

En 1990, por ejemplo, comenzaba a definirse el Turismo como esfera económica prometedora que recibió ese año unos 340 mil extranjeros.

Hoy, el desarrollo en esa área es mucho mayor, con varios millones de visitantes cada año. A ello se suman la exportación de servicios en la actualidad, el progreso de la Biotecnología y la Industria Farmacéutica, la diversificación de las fuentes de energía -que antes se derivaba totalmente de combustible-, y otros factores.

Debemos estar conscientes de que los avances dependerán siempre, en gran medida, de nosotros mismos y de la capacidad para producir, ahorrar y construir un futuro de progreso.

Nos mantenemos como referentes de la política internacional, con una diplomacia fuerte y prestigiosa, elementos esenciales para encontrar alternativas en el plano mundial, sin jamás olvidar las esencias.

Ojalá con el trabajo conjunto avancemos más en el afán de lograr la autonomía alimentaria, aprovechemos mejor las potencialidades para exportar, incrementemos el control y el empleo óptimo de los recursos.

Estos son tiempos de inteligencia, unidad, fidelidad a los principios y aporte máximo de cada uno, como integrantes de ese equipo grande que es Cuba.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *