La pasión de Ladys

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Por Yanelkys Llera Céspedes | 21 diciembre, 2020 |
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La encontré por casualidad, en una visita que realizaba a la institución educativa. Es maestra,
por suerte, hace ya 45 años, primero en el municipio montañoso de Guisa y luego en Bayamo,
ambos de la provincia de Granma. Actualmente atiende el primer grado, en la Escuela Primaria “Roberto Peredo Leigue” donde se ha mantenido por 30 años. Con voz suave y pausada, de esas que te erizan la piel, conversé con Ladys Antonia López Matos, una señora de 66 años de
edad a la que el magisterio le cambió la vida.

¿Por qué el primer grado?

Me encanta, he trabajado con otros grados pero prefiero éste, porque los niños imitan mucho
al maestro, se les nota el deseo de aprender y conocer. Cuando empiezas el primer día de
clases con las vocales y al finalizar el curso ya ellos leen hasta el periódico, eso para mí, resulta
algo gratificante- refiere, mientras se lleva las manos al pecho.

¿Qué es lo más duro que le ha tocado vivir dentro del aula?

Ya me había jubilado en julio del año 2017, me fui de viaje a otra provincia y estando allá me
localizan para trabajar con un aula del Seminternado “4 de abril” pero en esta escuela, en la que había un niño que sufría de autismo, y no lo pensé dos veces y me reincorporé enseguida.

Comencé con esa aula, y cuando empecé a explorar al estudiante le dije a su madre y director
de la escuela en ese entonces, él es de aprendizaje lento, pero confíen que va a aprender.

Fueron momentos duros, de llanto, pero no de tristeza si no de alegría al ver su avance, con él
tuve que aplicar un método que aunque parezca chistoso fue muy efectivo, su aprendizaje fue
a través del canto, nunca voy a olvidarlo, su nombre es Miguel –suspira, mientras cae de sus
ojos una lágrima.

En el periodo inicial de la COVID-19, cesaron las clases momentáneamente, ¿de qué manera
les dio seguimiento a sus estudiantes?

Yo me comunicaba con ellos diariamente, hubiese teleclases o no. Cuando comenzó la COVID-
19, me llevé para la casa todos los libros de textos y orientaciones metodológicas, de manera
que desde mi hogar podía orientarlos a ellos y a su familia.

¿Ha pensado de nuevo en dejar el aula?

Hasta hoy no, me siento con fuerzas todavía para transmitir conocimientos, es que no puedo
estar en mi casa, yo amo a mi familia, me gusta estar con ellos, pero cuando estoy alejada dos
días de la escuela ya me siento mal, vengo a trabajar hasta los domingos, luego de que hago
los quehaceres del hogar, acudo al centro a preparar todo lo de la semana, soy así, no puedo
ser de otra manera.

¿Qué recuerda Ladys con mucho cariño?

Cada vez que salgo a la calle, solo escucho, profe, profe. Pero llegar al Hospital Hermanos
Amejeiras, en la Habana, donde me atendí luego de que sufriera un Infarto Cerebral, entro al
ascensor, una persona me pone las manos en los ojos y le dice a los presentes: -está es mi
maestra de primer grado-, yo no sabía qué hacer, qué emoción tan grande, uno de mis
alumnos, médico en ese mismo hospital, con qué orgullo lo dijo, esas cosas no se olvidan.

Tener a López Matos como maestra, significa un tesoro, trabajadora ejemplar, con evaluación
de MB por más de 20 años consecutivos, reconocida en varias ocasiones, es el motor impulsor
del que nadie se quiere apartar, -refiere la Lic. Katia Bertot Álvarez, directora de la escuela
“Coco Peredo”.

Y es que ser maestro, no es necesariamente transmitir conocimientos, ser maestro significa
sacrificio, entrega, dedicación, simboliza nobleza, generosidad, en tiempos en los que se les ha
pedido educar con una nueva sonrisa, ahí están los maestros cubanos, siempre al servicio de
la Patria, pedagogos que como Ladys, realizan la noble labor de educar.

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  1. Mi hijo tuvo la dicha de tenerla como maestra. Ella lo enseñó a leer y escribir. Hasta hoy nos une una maravillosa amistad y él la considera su “seño Ladys” a sus 25 años, siendo ya universitario. Nuestra familia siente mucho orgullo de ver cómo es reconocida la labor de esta ejemplar educadora.

  2. Muchas felicidades a los miles de maestros que como ella hoy nos mantenemos en las aulas. Con más 39 años en esta bella profesión solo me queda seguir con mucha salud para tributar más Educación.