Qué triste cuando no hay pelota, es un vacío inmenso… Así comentan los aficionados por la calle, después de la actuación de los granmenses en el campeonato nacional -en el cual conquistaron su segundo título consecutivo- y en la Serie del Caribe.

No puede negarse que el silencio de los grandes estadios consterna. Sin embargo, el béisbol no ha muerto, porque mientras se realizaba el clásico caribeño en Jalisco, el torneo provincial (primera categoría), arrancaba los motores en casa.

Los conteos de bolas y strikes durarán hasta finales de marzo, cuando concluya el play off entre el campeón de la zona del Cauto y la del Guacanayabo; conquistará el cetro el primero que acumule tres victorias. Esta vez, para bien de la lid, fue incluido en la llave del este el equipo sub 23 de Granma, aunque no optará por plazas clasificatorias.

Recordemos que ese team de jóvenes tendrá el reto de incluirse entre los cuatro primeros conjuntos de la liza, que iniciará a principios de abril. Por ahora, ya han mostrado su calidad pues, al momento de redactar estas líneas, acumulaban seis victorias y un fracaso, como punteros del grupo del este.

En ese apartado también marchan a la cabeza Buey Arriba y Bayamo (7-3), dos de los candidatos a continuar en batalla. En la otra región van en punta Niquero (5-2), Campechuela (7-3) y el “eléctrico de Bartolomé Masó (8-4).

De cualquier modo, son 18 partidos en la primera fase, y salvo Guisa y Pilón –el primero tiene una victoria, el segundo dos, y no muestran mucho arsenal- hay posibilidades para todos.

Esta vez clasifican cuatro por cada zona para la siguiente etapa (debe empezar a principios de marzo) y cada elenco tendrá la posibilidad de escoger tres refuerzos de los combinados eliminados.

Prestémosle la máxima atención a esta contienda, de la cual salen nuestras figuras para la selección grande. Si la ponemos en primer orden estaremos aportando un grano en pro de la tercera cumbre de los Alazanes, algo que no se logra con un solo batazo, ni siquiera con mil.