Por la senda del Andarín Carvajal (+ fotos y audio)

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Por Orlando Fombellida Claro | 30 abril, 2021 |
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El cartero Luis Ángel Batista Sosa cumple su tarea con una sonrisa que el nasobuco oculta FOTO/Rafael Martínez Arias

En la calle Libertad, en el centro histórico urbano de la ciudad de Bayamo, próximo al cine Céspedes, está el edificio sede, en sus niveles superiores, de la Empresa Correos Cuba Granma, y de una de sus unidades, en la planta baja.

Ese es un lugar histórico. En él estuvo el local del telégrafo en el que Ismael de Céspedes y Yero recibe, el 7 de octubre de 1868, el mensaje con la orden a las autoridades españolas locales de detener a su padre Francisco Javier y a su tío Carlos Manuel, a quienes pone sobre aviso antes de dar curso legal al despacho. Tres días después, Céspedes se alza en su ingenio Demajagua.

De un costado de ese inmueble salen cada mañana a pedalear los carteros de la Ciudad Monumento Nacional, con sus cargas de noticias sobre el acontecer en Cuba y otras partes del mundo, contenidas en publicaciones periódicas; cartas, telegramas, avisos de giros…

Uno de ellos es Luis Ángel Batista Sosa, enamorado cada vez más de su trabajo, transcurridos 14 años de iniciarlo y haber perdido la cuenta de cuántas misivas, revistas Bohemia, periódicos Granma, Trabajadores, La Demajagua, Juventud Rebelde; otras publicaciones como Zun zún, Pionero,  Pa´lante y tarjetas postales para las madres y los padres; facturas de teléfonos y de electricidad, ha llevado en ese tiempo a sus destinatarios.

“A mí me gusta ser cartero, lo considero un trabajo importante. Todos mis suscriptores me conocen y me echan de menos cuando no me ven”, asegura con sencillez Batista Sosa.

Rubén Morales Enamorado y Odalis López Guerrero, secretaria de la sección sindical en la dirección provincial de Correos de Cuba en Granma, recibieron el certificado que acredita a su empresa con la condición de Colectivo Vanguardia Nacional en 2020 FOTO/Leipzig del Carmen Vázquez García

La labor sostenida, entusiasta y responsable de Luis Ángel Batista Sosa y el de los otros 613 trabajadores de su empresa, hicieron posible que esta resultara, en 2019 y 2020, Colectivo Vanguardia Nacional, máximo reconocimiento que otorga la Central de Trabajadores de Cuba.

El certificado que la acredita con esa condición en el año precedente, le fue entregado en solemne ceremonia realizada en el curso de la actual semana, como parte del programa de actividades en ejecución en esta provincia para festejar el 1 de mayo, Día Internacional del Proletariado.

Rubén Morales Enamorado, director de la entidad, enfatiza que no obstante ser el precedente un año difícil, debido al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos a Cuba y la pandemia de Covid-19, Correos de Cuba en Granma sobrecumplió sus principales indicadores de eficiencia económica.

Rubén Morales Enamorado, director de la Empresa de Correos de Cuba Granma FOTO/Rafael Martínez Arias

Para ejemplificar, dice que en el caso de los ingresos monetarios el plan era de 13 millones de pesos, superado con 839 mil pesos, que a su vez sobrepasan en 504 mil 500 los ingresados en 2019.

En medio de las limitaciones restrictivas de movimiento de personal en previsión de contagio con el nuevo coronavirus SARS-Cov-2, causante de la peligrosa infección respiratoria aguda Covid-19, el personal de Correos de Cuba en territorio granmense brindó sus servicios en oficinas y a domicilio.

A partir de diciembre, como resultado de la Tarea Ordenamiento, incrementó cinco veces el monto de dinero manipulado por los trabajadores de su empresa, en el pago a los asistenciados y pensionados, al asumir, también, aquellos antes atendidos por el Banco y Comercio Interior.

Trabajadora de Correos realiza acción de pago de un giro postal FOTO/Rafael Martínez Arias

Esos servicios llegan a lugares intrincados y de difícil acceso, en las elevadas montañas y extensas llanuras de la geografía local, con la colaboración, subraya Rubén Morales Enamorado, de 27 agentes postales, trabajadores por cuenta propia.

En 2020 y la parte transcurrida de 2021, aumentó el pago de giros internacionales, debido al cese de funcionamiento en Cuba de la Wester Unión por decisión del gobierno yanqui.

Al cierre del último mes de 2020, dicho servicio era brindado en las localidades de Bayamo, Manzanillo, Niquero y Jiguaní, y es propósito de la entidad extenderlo, cuanto antes sea posible, al resto de los municipios granmenses, declara Morales Enamorado.

Sala de navegación en Internet perteneciente a la Empresa de Correos FOTO/Rafael Martínez Arias

Correos de Cuba en Granma tiene 45 locales diseminados en la geografía granmense, de los cuales 42 están informatizados, solo no lo están los ventanillos de  Calicito, en Manzanillo, Cienaguilla, en Campechuela, y Marea del Portillo, en Pilón.

Eulices Jerez Ramírez, agente postal en Providencia, Sierra Maestra, municipio de Bartolomé Masó Foto/Orlando Fombellida Claro

BUENAS NUEVAS

Al preguntar a Morales Enamorado que si a raíz del aumento del precio de las publicaciones periódicas cubanas y del costo de la suscripción, debido a la Tarea Ordenamiento, se produjeron renuncias por parte de suscriptores, responde que sí, por lo general de personas que recibían más de una publicación, quedándose la mayoría con solo una.

Por tal razón, refiere, se ofertan suscripciones para publicaciones impresas, incluido este semanario, en todos los municipios, pero a residentes en áreas urbanas, pues estas son cubiertas por carteros, no así las rurales.

Otra buena noticia es que “estamos trabajando hasta 10 horas cada día en la entrega de bultos a los clientes, pues como estos ahora son traídos en barcos se acumulan en su lugar de origen y tardan, a veces, hasta tres meses en llegar a nuestro país”, manifiesta Morales Enamorado.

“El otorgamiento, añade, a la Empresa de Correos Granma de la condición de Colectivo Vanguardia Nacional en 2020, “es un reconocimiento de mucha valía, porque la dirección nacional aprobó disminuir los planes del año, debido a la pandemia de Covid-19, y  nuestra empresa hizo lo contrario, lo sobrecumplió”.

En vísperas del Día de las Madres, el 9 de mayo próximo, todos los trabajadores de Correos de Cuba añadirán a sus tareas laborales habituales, las relacionadas con hacer llegar a sus destinatarias miles de postales a ellas enviadas con motivo de esa significativa fecha, tarea de la cual la cara visible serán los carteros, en el ejercicio de su noble y elegante oficio.

Andarín Carvajal FOTO/Autor desconocido

INSPIRADOS EN EL ANDARÍN CARVAJAL

Félix de la Caridad Carvajal y Soto tuvo la posibilidad de convertirse en el primer cubano en ganar una medalla olímpica, al participar en la carrera de maratón en la III Olimpiada de la era moderna, celebrada en San Luis, Estados Unidos de Norteamérica, en 1904.

El dinero para asistir a los mencionados juegos lo recaudó recorriendo La Habana con carteles colgados en el pecho y las espaldas que decían: coopere con un deportista cubano que quiere ir a la Olimpiada.

Se dice que de Nueva Orleáns, a donde llegó en barco, se trasladó a la sede de los juegos en auto stop, práctica que los cubanos denominan “hacer botella”.

Al pararse en la línea de arrancada, su inapropiada ropa y desgastados zapatos provocan la burla de los contrincantes. El discóbolo Jhon Sheridan va en su ayuda con unas tijeras y le corta las patas de los pantalones a la altura de las rodillas.

Enseguida toma la delantera, pero a los 25 kilómetros siente los efectos de no haber echado nada en su estómago desde hace 24 horas. Ingiere unas manzanas verdes de un árbol a la vera del camino, las cuales le causan retortijones, diarreas y vómitos, obligándolo a evacuar el vientre varias veces.

No obstante tantas adversidades, logra llegar a la meta en cuarto lugar, por lo que más tarde recibe el calificado del perdedor más glorioso de la historia.

Lo llamaban el Andarín Carvajal, por su afición a correr desde pequeño. Cuentan que no se detenía ni mientras tomaba un vaso de agua.

Era cartero. En 1895 se fue a la manigua y sirvió de correo de los mambises. Al finalizar la guerra contra la metrópoli española ejerce, entre otros, ese oficio. En él tienen sus colegas de hoy, un paradigma, al igual que en el telegrafista Ismael de Céspedes y Yero.

FOTO/Rafael Martínez Arias

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