Las profesiones carecen de sexo

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Por María Valerino San Pedro | 17 febrero, 2016 |
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Foto: Rafael Martínez Arias.
FOTO /  Rafael Martínez Arias

De una forma decisiva las mujeres han contribuido a la construcción de las sociedades a través del trabajo, aunque de ese hecho no exista el debido reconocimiento histórico. Desde las más primitivas sociedades han desempeñado innumerables oficios para ayudar al sustento familiar o alcanzar la independencia económica.

A nivel mundial las féminas son incorporadas a los sectores ocupacionales más marginados, por supuesto, de manera más lenta que los hombres y con menor nivel remunerativo.

Según la Organización Internacional del Trabajo, en Asia  algo más del 80 por ciento de la mano de obra barata está ocupado por mujeres, y en los países más desarrollados, aunque laboran hasta cinco horas más que los hombres, perciben ingresos inferiores en un 20 por ciento.

Por esas y otras muchas razones la orientación sociolaboral deberá encaminarse a concienciar  a la población en general, y a las mujeres en particular, de su capacidad y derecho para desempeñar cualquier empleo, por lo cual no deben ser excluidas de opción laboral alguna por su sexo.

¿Acaso se han percatado de la cifra tan reducida de mujeres directoras de orquesta?, por citar el más simple de los ejemplos. ¿Se deberá a que ellas poseen pocas cualidades para la música?

Claro que no, la respuesta más plausible es la falta de modelos femeninos representando esa ocupación. Aspecto condicionado principalmente por los medios de difusión y los libros de texto.

Su papel a través del tiempo se ha circunscrito al entorno familiar, por ello ha tenido serias dificultades para reconocerse y reconocer otras en un ámbito ajeno a la función de ama de casa.

En Cuba el triunfo revolucionario y luego la creación de la Federación de Mujeres Cubanas dieron al traste con las más acuciantes situaciones de discriminación de la mujer, sin que sus máximas aspiraciones estén satisfechas.

No obstante, continúan detectándose signos de discriminación cuando de otorgar plazas se trata, mucho más si la mujer está en edad fértil.

Dejemos a un lado los prejuicios, porque las profesiones carecen de sexo.

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