La doctora cubana me atendió durante gran parte de mi embarazo en el Centro de Salud de Vinto, me indicó tratamiento ante algunas complicaciones y me cuidó hasta el momento de mi parto, así que en agradecimiento decidí llamar como ella a mi hijita, comentó a Prensa Latina la joven Rosi Colque.

Desde el principio -añadió- me atendieron muy bien, tanto Yanet Fernández, quien llegó desde Cuba para ayudar a nuestro pueblo, así como una boliviana graduada en esa isla, yo venía cada siete días a la clínica hasta que logré dar a luz a mi niña.

El apoyo al programa materno infantil es una de las misiones de la brigada médica cubana en Bolivia, cuyos especialistas asistieron más de 58 mil nacimientos.

Conocí a Rosi el día que comencé a trabajar en este lugar, detectamos a tiempo algunos factores de riesgo como la hipertensión y de conjunto con un ginecólogo procedimos a tratarla y darle seguimiento, la madre y la hija gozan de buena salud y siguen asistiendo a consulta, aseguró la experta proveniente del país caribeño.

Es complejo nuestro trabajo -explicó-, aquí atendemos a una población muy numerosa pero estamos satisfechos con los resultados y nos reconforta el agradecimiento de la gente, especialmente de aquellas personas humildes, de escasos recursos, quienes acuden a nosotros en busca de cura.

Conocido por su tradición minera y por el famoso carnaval, Patrimonio de la Humanidad, Oruro acoge a un grupo de galenos procedentes de la mayor de las Antillas, cuyo quehacer resulta vital en el ámbito de la atención primaria.

Las proyecciones comunitarias o visitas a pacientes en sitios apartados y de difícil acceso, incluso en medio de un crudo invierno en el que no faltan las nevadas, constituyen prioridad para los integrantes de ese colectivo, afirmaron sus directivos.

Tal colaboración es fruto del convenio firmado en 2005 por el presidente boliviano, Evo Morales, y el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro.

De entonces a la fecha fueron operadas en Bolivia de cataratas y pterigium más de 700 mil personas entre nacionales y residentes en países vecinos.

Además de las clínicas oftalmológicas destinadas a impulsar el programa Misión Milagro, en hospitales como Chacaltaya, situado en El Alto, y Valle Hermoso, de Cochabamba, los especialistas de la nación antillana garantizan la vitalidad del servicio.