Leo, “manos buenas” (+ fotos)

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Por Roberto Mesa Matos | 23 mayo, 2017 |
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Leonardo y Rosita mantienen una relación casi maternal.FOTOS/Roberto Mesa Matos.

Manzanillo.- Si por cualquiera de las instalaciones del hospital provincial Celia Sánchez Manduley, de esta costera localidad, se pregunta por Leonardo Rosales Peláez, quizá muy pocos trabajadores sabrán orientarlo.

En cambio, al indagar por Leo, “manos buenas”, entonces sí le dirán que se trata del diestro y profesional masajista rehabilitador del servicio de nefrología a cargo de los pacientes que reciben hemodiálisis.

Los propios pacientes fueron quienes acuñaron el mote al joven licenciado en Cultura Física, al frente hace más de dos años de un novedoso proyecto que en el país se aplica solo en la principal instalación médica de la ciudad del Golfo de Guacanayabo.

Entre las personas que hoy atestiguan mejoras en su bienestar y calidad de vida está Rosa Villavicencio Torres, una carismática manzanillera de 70 años.

“No tengo palabras para describirte los beneficios que me reportan los masajes de Leo, con quien sostengo una relación casi maternal. Él es muy dedicado a nosotros, nos ayuda mucho.

Solo quien se realiza hemodiálisis sabe por cuánto se pasa. Cuando me da los masajes cambio: se me quitan los dolores de espaldas, de la cervical, me marcho contenta a casa.”

Rosita, piernas lindas.

“El trabajo del colectivo de nefrología es muy meritorio y deseo que sigan por ese camino para agrado de quienes padecemos esta enfermedad.”

Similar opinión a la de Rosita esgrime el también septuagenario Juan Hermes Acuña González: “Aunque no largas distancias, sí camino con menor dificultad, y apenas me canso.”

“Hace tres años que estoy en los procesos de hemodiálisis y los masajes de Leo me alivian bastante. Médicos, enfermeras y técnicos son muy dedicados y gentiles con nosotros.”

Al escuchar similares elogios, Leonardo Rosales Peláez no puede evitar  sonrojarse, y no es para menos: “ese es el premio mayor”, dice.

“El tratamiento con masajes a pacientes dializados lo presenté como trabajo investigativo en un congreso en  La Habana en el año 2002 y hoy solo se aplica en este hospital.”

“Las fricciones se dan por la fuerza de gravedad, por la falta del retorno venoso, los líquidos se concentran más en los miembros inferiores y lo que hago es que todo regrese a la normalidad al reducir los dolores y malestares. Los beneficios alcanzan a 160 personas.”

¿Qué músculos se les relajan?

“Principalmente los gemelos, las articulaciones de las rodillas y los tobillos mediante ejercicios de movilizaciones pasivas, aunque algunos requieren movilizaciones libres, y que se traduce en un superior tratamiento de manera general.”

Proyectamos otros trabajos en el servicio pero antes de que lleguen a la hemodiálisis, para mayores conformidades. Además pretendemos adiestrar a otros especialistas del hospital y de las distintas áreas de salud para extender la aplicación de los masajes a la atención primaria.”

Leonardo dice que esperan extender los masajes de rehabilitación a la atención primaria de salud.

¿Cuál es su instante más feliz?

“El momento de mayor complacencia es cuando todos sonríen y se marchan caminando satisfechos, que al verme sientan alegría, olviden las incomodidades propias de las hemodiálisis. Sencillamente la satisfacción de estar al lado de alguien que va a propiciarles bienestar.”

Preguntar en el hospital manzanillero Celia Sánchez por el joven Leonardo Rosales Peláez puede resultar complicado.

Será mejor indagar por Leo, “manos buenas”, diestro y profesional masajista rehabilitador que con su quehacer permite que personas como Rosa y Juan sonrían aliviados cada mañana.

En el servicio de nefrología del “Celia Sánchez” se conjugan profesionalidad y dedicación.

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