Lisbet, en compañía de Tiempo

LA ACTRIZ MANZANILLERA LISBET GONZÁLEZ TEJEDA, RADICADA EN BAYAMO, CUENTA SU HISTORIA, CUANDO LA COMPAÑÍATIEMPO ARRIBA A LA PRIMERA DÉCADA DE CREADA
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Por Luis Carlos Frómeta Agüero | 24 julio, 2021 |
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Foto CORTESÍA DE LA ARTISTA

Todo comenzó cuando estudiaba en la secundaria básica Bartolomé Masó, se le acercaron unos instructores de teatro pra integrarla a ese movimiento, que estimuló el actor

manzanillero Miguel Benavidez Chávez, hasta que, en el 2007, entró a la Escuela de Arte.

“Tuve magníficos profesores en mi formación académica, al llegar a cuarto año conocí a Ariel Hernández, quien asesoraba la tesis de grado a otros compañeros, hubo una propuesta y me quedé en el entonces proyecto Tiempo, de la Guerrilla de Teatreros, oficializándome en 2011”.

REPERTORIO

“La primera obra en la que actué fue Tiempo, una tragicomedia de clown que me enamoró completamente de la compañía, era un trabajo diferente, transformador.

”Luego trabajé en Inopia, Subterfugio, La noche, Tiempo para niños… hasta que entré a la Asociación Hermanos Saíz, a la cual también agradezco la posibilidad de encontrar allí lo novedoso”.

ARISTAS

“A los 25 años de edad, entré a la Uneac con la dicha de tener doble filiación, la que aún mantengo.

“Junto a mi colectivo he participado en diferentes festivales internacionales dentro de nuestro país, entre ellos, el Grand Prix Vladimir Malakhov, en el que mostré mis dotes como bailarina.

“Fue un reto compartir escenario con los grandes del género en este país: el Ballet de la TV cubana, la compañía Médula, Mal Paso…

“En el evento Máscaras de caoba 2015, me presenté con la pieza La noche, de Abilio Estévez, y alcancé el Premio de actuación femenina que, aunque no lo esperaba, define el camino y motiva a seguir adelante.

“Participamos en el festival Pantomimas, de La Habana, además en el concurso Gesto vivo, en el que obtuve mención, actuamos en Bogotá, Medellín; en Ecuador asistimos al festival La alegría del silencio, de mimos y teatro gestual, en el que intercambiamos y debatimos criterios con un público diferente”.

NUEVAS EXPERIENCIAS

“En Ecuador presentamos, a teatro lleno, una obra para niños

sordomudos, fluyó la comunicación, agradecieron nuestra presencia mientras aplaudían a su forma, aprendí mucho con ellos y salimos de aquel lugar cargados de energía positiva.

“Realizamos giras por Bogotá e impartimos un taller a niños de Nivel Medio en una escuela privada, tuvimos que reinventarnos hasta alcanzar el resultado deseado desde el punto de vista cultural, igualmente ejecutamos actividades comunitarias en zonas de esa región plagada de violencia y discriminación social.

“En el 2019 interactuamos con varios grupos colombianos y Ariel, nuestro director, montó una obra suya titulada Simplemente una historia, inspirada en la fábula Akeké y la jutía, de Miguel Barnet, que apoyé en la dirección y confección de títeres.

“Durante el mes de diciembre del pasado año, socialicé mi libro de poesía titulado La fugacidad de las horas, publicado en Tampa por la editorial Tu letra online, con el apoyo de los granmenses Yudith Izaguirre y David Morales”.

LA SEDE

“En Bayamo, tuvimos un espacio que llamamos inicialmente Canchánchara, luego Café teatro Miguel Benavides y ahora nombraremos Café teatro Tiempo, este último ubicado en la calle Lora, futura sede de nuestra compañía, aún no estrenada por reparación”.

EL CAMINO

Una década de trabajo teatral continuado no es poco, hay que

recorrer buen tramo y sortear obstáculos de todo tipo, Lisbet está convencida de ello, por eso termino con esta cita del dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht: “Si bien buscas, encontrarás”.

 

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