Lista comunidad costera de Cabo Cruz para enfrentar a Matthew

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Por Yasel Toledo Garnache | 3 octubre, 2016 |
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Bayamo, – La comunidad costera de Cabo Cruz, una de las más afectadas tradicionalmente por los eventos meteorológicos en la provincia de Granma, está lista para enfrentar los embates del huracán Matthew, según declaraciones de algunos pobladores a la Agencia Cubana de Noticias.
Vía telefónica, Julio Rodríguez Rodríguez, responsable del faro ubicado en esa zona, precisó que ya tomaron todas las medidas necesarias para minimizar los efectos del posible paso de Matthew, el cual constituye una amenaza para el oriente cubano.

Residente en ese lugar desde su nacimiento hace 49 años, expresó que allí existe toda una tradición de preparación y enfrentamiento a fenómenos de ese tipo, pues han sido afectados en varias ocasiones.

Refirió que el mar no luce muy peligroso en estos momentos, aunque las olas son levemente más altas de lo habitual, lo cual puede complicarse más con el acercamiento del fuerte huracán.

Añadió que el faro, ubicado en esa zona desde mayo de 1871, dejó de prestar servicios a partir del viernes último y sus equipos ópticos, ventanales y la puerta están protegidos para minimizar los posibles daños.

Roilán Hernández Viltre, miembro de uno de los destacamentos Mirando al Mar de ese lugar, recordó que el último evento meteorológico que más afectó fue el Dennis, en julio del 2005, cuando prácticamente devastó a Cabo Cruz.

Según añadió, eso influye en que sus habitantes tengan más disciplina y percepción del riesgo en la actualidad.

Elsides Estrada Rodríguez, especialista de la estación meteorológica en ese zona, confirmó que allá existe normalidad y la velocidad del viento está entre dos y cuatro kilómetros por hora.

Añadió que en julio del 2005 las ráfagas de viento llegaron hasta los 238 kilómetros por hora, a las 10:15 de la noche, cuando el equipo dejó de funcionar.

Precisó que, por la posible trayectoria de Matthew, Cabo Cruz debe ser otra vez uno de los lugares más afectados de Granma.

Los habitantes de esta provincia, en Fase de Alarma Ciclónica, siguen con atención la evolución del peligroso evento meteorológico.
Aquí ya se trasladaron hacia sitios seguros personas que viven en zonas bajas y cerca de presas, ríos y el mar.

También se venden los productos de la canasta básica a la población y otros en mercados agropecuarios, para favorecer la alimentación de cada ciudadano.

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