Cuando comenzaba a difundirse la nómina de Granma para la presente campaña beisbolera, muy pocos confiaron en el avance de Los Alazanes a la segunda etapa del certamen.
Ese panorama poco alentador encontró sustento en la inexperiencia de la mayor parte de sus jugadores y en ausencias de figuras establecidas, que hacían presagiar un accionar bastante discreto.
Pero cuando está a punto de expirar el calendario de 45 desafíos iniciales, los alumnos de Carlos Martí Santos mantienen vivas sus esperanzas de anclar entre los ocho primeros y, mejor aún, la posibilidad de agarrar uno de los cuatro boletos directos a la próxima fase de seis contendientes.
Ahí está la mano del colectivo técnico encabezado por Martí Santos y el empuje de varios atletas, insospechado temporadas atrás cuando apenas existía rivalidad dentro del conjunto, pues los regulares eran inamovibles de sus posiciones.
Por supuesto, se echa de menos a la potente artillería de otras contiendas, pero no solo de pan vive el hombre y -aunque a muchos les cueste trabajo reconocerlo- esa situación atentaba contra el desarrollo de noveles figuras y, por consiguiente, del béisbol granmense.
¿Quién imaginó a tres jóvenes patrullando con decoro los jardines, para revivir un área que tuvo tremendo prestigio hasta hace muy poco tiempo? ¿Quién aseguró que Lázaro Cedeño asumiría con tremendo acierto el rol de cuarto bate? ¿Quién pudo vaticinar que hoy la defensa del conjunto se erigiera como una de las mejores del torneo?
Más allá de los aceptables dividendos que exhiben en los tres órdenes del juego, esas interrogantes encontraron respuesta con las faenas, entre otros, de Osvaldo Abreu, Darién García, Yoelkis Céspedes, Lázaro Cedeño, Carlos Benítez, Yulián Milán y de la primera figura del staff, Lázaro Blanco, mientras el inicialista Guillermo Avilés brinda señales de recuperación.
Sin duda, ese es un mérito indiscutible de la nueva versión de Los Alazanes que, sin grandes peloteros y un juego armónico, ha encontrado la manera de conseguir victorias y, lo más importante, ha permitido que no muera la efervescencia beisbolera en la provincia, además de revivir las opciones de incluirse en el sexteto de vanguardia, impensado al iniciar la campaña.
CABALGATA EN EL BOSQUE DE LOS LEÑADORES
Los granmenses propinaron una costosa barrida a Las Tunas en el estadio Julio Antonio Mella, de la vecina ciudad, para ratificar sus pretensiones de acuñar el pasaje a la próxima ronda.
Después de abrir el duelo con un fuera de combate y con el yarense Lázaro Blanco en la lomita, los alumnos de Martí Santos remontaron marcadores adversos, para agenciarse sendos triunfos en las postrimerías de los choques, con pizarras de 4-3 y 7-6.
De esa manera, extendieron a cinco la racha ganadora –la segunda de la justa- y completaron balance de 22 victorias y 16 fracasos, bien cerca de Ciego de Ávila (24-15), Villa Clara (21-13) y Holguín (21-14), que completan junto al indetenible Matanzas (34-3) el cuarteto de avanzada.
Además, los Alazanes sacan un juego de ventaja sobre Industriales y Guantánamo (21-17); al tiempo que los tuneros (19-18) cierran la zona de clasificación. Más alejados se encuentran Camagüey (19-19), Isla de la Juventud (17-19) y Pinar del Río (14-19), todavía con opciones.
Hoy comienzan el enfrentamiento con el desmejorado Santiago de Cuba en Bayamo, que previó un partido en el parque 10 de Octubre, de Yara, antes de recibir a los Indios para la conclusión de la fase regular.
Si mejora el pitcheo, se encajaran en la final. Stgo es una vicoca, anotenselo.
Si mejora el pitcheo, se encajaran en la final.