Ella es hoy una soprano reconocida. Lleva 16 años en el Coro Profesional de Bayamo y se nombra Zailí Collejo Durán, quien tiene una historia de superación muy hermosa.

Estudió música cuando era niña, pero dejó ese camino a temprana edad y, andando el tiempo, terminó como recepcionista de la Unidad de Apoyo al sector de la cultura, ubicada en el Centro Histórico de Bayamo.

Luego pasó a ser secretaria en ese mismo lugar, aunque en ambos puestos mantuvo su vocación por el canto. “Participaba en los matutinos y en casi todas las actividades culturales de mi centro de trabajo, también en festivales de aficionados, siempre alentada por mi mamá. Un buen día llegó Maricel Ávila Labrada, quien entonces era directora del Coro, y mis compañeros le dijeron que tenía que escucharme”, relata.

“Le canté La Bayamesa y me dijo que quería oírme otra vez. Así llegué al local donde ensaya el Coro, en la calle Mármol, y  me captó. Estuve un año a prueba hasta que me aceptaron. Fue lo mejor que pudo pasarme, porque  después me gradué en el ISA (Instituto Superior de Arte) y me evalué de primer nivel en un tribunal donde estuvo la maestra Digna Guerra”, cuenta emocionada esta artista nacida el 21 de febrero de 1983.

Luego de algún tiempo en el Coro, Zailí también aceptó el reto de cantar música antigua y así llegó al grupo Exulten, único de su tipo en Granma. En ese conjunto ha mantenido su crecimiento cultural.

Pero tal vez, lo más hermoso en la historia de esta soprano, sea la familia que forjó, pues se unió en matrimonio con Olieg Guerrero Frutos, quien también canta en el coro. Hoy tienen un niño de cinco años que, dice, será pianista.

Juntos han vivido momentos trascendentales, como los de la velada solemne por la desaparición física de Fidel, efectuada en la Plaza de la Patria de Bayamo, el 2 de diciembre de 2016. Juntos siguen soñando y cantándole a una ciudad que los quiere y los respeta.