David está próximo a cumplir los quince años y tiene dos sueños por realizar: convertirse en cantante popular y criar sus propios animales para el transporte. Anhelos en los que trabaja poco a poco con el apoyo familiar y de amigos, además de las instituciones culturales.

Natural de Bayamo, vivió en la zona rural de Guisa los primeros años de su vida, donde despertaron la inclinación al canto de los temas mexicanos y la canción, preferiblemente boleros, así como también alumbró el amor por la naturaleza, en especial por los equinos.

Su abuela materna Enedita Morales, escuchaba la radio, para David un aparato mágico porque entraban por el las melodías que tarareaba desde los seis años, fecha en que recuerda cantó en lo privado de su hogar la primera canción.

¨El rey¨ una tonada muy popular y alistada en repertorios de charros y mariachis cubanos y extranjeros fue la primera canción que cantó David, y es su preferida, nos dice.

En su corta vida artística, en la que prefiere presentarse vestido a la usansa vaquera, con botines, jeans y sombrero tejano, ha cantado como invitado con el Mariachi de Guisa y cuenta con el apoyo del Charro Negro, vecino de donde vive en la actualidad.

Recientemente se vinculó a la Casa de Cultura Olga Alonso de Guisa, donde el instructor de música y el resto del colectivo lo apoyan y aprecian, como primeros resultados en su camino, obtuvo los premios de la popularidad y el primer lugar en el VI Encuentro de Boleristas Miguel Guerra in memorian efectuado en noviembre de 2018 convocado por el Museo Municipal de Guisa.

David cumplirá quince años en agosto venidero y tiene claro lo que hará con su vida, dedicarse al campo y al canto, dos sueños en los que siente el apoyo de su mamá Yudith Pérez y de la familia materna con quiénes vive.

Por sus venas corre el artista nato de pueblo, me dice, en el territorio serrano de Guisa se transmiten de boca en boca las anécdotas de su bisabuelo Julián Pérez y del abuelo Ricardo Electo Pérez, iniciadores de las agrupaciones tradicionales, trovadores y animadores de la cultura local.

El muchacho podrá hacer realidad sus sueños, gracias a que en Bayamo, en Guisa y donde quiera que se encuentre están creadas las condiciones institucionales para el desarrollo del talento, además de que en el Oriente hay una fuerte tendencia al disfrute de la música mexicana y agrupaciones que defienten este género.

En Bayamo, podrá usted dentro de algunos años tomar un coche para dirigirse a cualquier destino en la ciudad, quizá tendrá la suerte de subir al de David, el que irá al pezcante guitara en mano, para animar el camino, combinando sus sueños y perpetuando las tradiciones musicales y culturales de la región que nos identifican en el archipiélago.