Los caficultores realizan intensas jornadas de labor en la recolección ante la alta maduración del grano, producto de las lluvias que dejó la tormenta tropical Eta por zonas montañosas de la provincia de Granma.
Para disminuir las perdidas del fruto se enfrenta la acelerada cosecha con la participación de trabajadores de empresas, organismos y vecinos de los municipios y las comunidades serranas de Guisa, Buey Arriba, Bartolomé Masó, Media Luna, Campechuela y Pilón.
Al decir de cooperativistas es posible recuperar los volúmenes en el acopio, a pesar de los severos daños a la producción, lo que más les preocupa es la calidad del grano con una disminución en los ingresos y repercusión en la economía.
Alcides Aguilar Carrazana, subdelegado provincial del Ministerio de la Agricultura, dijo que se precisa de un mayor esfuerzo para agilizar la recolección con acciones que permitan aumentar la incorporación y productividad de la fuerza para alcanzar siete mil latas diarias.
Significó que se materializa la orientación de movilizar de forma masiva hacia la agricultura a trabajadores de las unidades, enclavadas en estos territorios, en horario de la mañana y su posterior, incorporación para cumplir el objeto social en la tarde.
Aguilar Carrazana explicó que buena parte del café afectado se ha perdido, al caer en los ríos crecidos o quedar sepultado por los deslizamientos de tierra por lo cual el evento nos obliga a cosechar cada día el 15 por ciento de esa maduración, a razón de dos latas por recolector, y estimularlo mediante pagos superiores a lo tradicional.
Destacó que hay disponibilidad de envases y medios de transporte para mover todo el grano para que no se afecten los indicadores; y en medio del ¨pico¨ de maduración tiene que engrasarse el mecanismo de despulpe del beneficio húmedo desde el punto de compra.
En los seis municipios cafetaleros granmenses se viven intensas jornadas con una voluntad y disposición de trabajo que busca controlar la maduración, que sobrepasa las 45 mil latas de café.