Los cimientos de la Emba tienen nombre de mujer

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Por Yelandi Milanés Guardia | 25 junio, 2019 |
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Isela Moreno López/FOTO Luis Carlos Palacios

En estos días en que la Empresa Mecánica Bayamo (Emba) cumple sus 30 años de fundada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, muy pocos conocen los inicios de esta planta que con el paso del tiempo se ha convertido en una industria insigne de la provincia de Granma.

Pero por suerte uno siempre encuentra a una persona como Isela Moreno López, fundadora de vasta experiencia y con impresionantes vivencias de ese lugar que conoció desde el proyecto de construcción, cuando solo era un terreno llano colmado de hierbas.

“Inicialmente se había anunciado que aquí se construiría una de las 12 plantas típicas para la producción de piezas de repuesto que se harían en Cuba”, recuerda Moreno López.

“En ese entonces yo trabajaba en una empresa de motores y agregados llamada Mario Martínez Arará, y vengo a este lugar en septiembre de 1979, en un pequeño auto que no podía acceder a este sitio porque había llovido y esto era una gran laguna”.

En el año 1979 arrancaron con una unidad inversionista y empezaron a captar jóvenes para enviarlos a la antigua Unión Soviética para que se formaran en la producción de piezas de repuesto y abrieron, además, una escuela para capacitar a otros noveles.

En el 1981 interrumpen la inversión porque faltaba financiamiento. Entonces queda todo paralizado y disuelven la unidad inversionista.

Pero aunque se había suspendido la obra no se había renunciado a materializar el sueño, por eso en el año 1986 un funcionario del Partido Comunista de Cuba le informaba a Moreno López que el proyecto se iba a reiniciar.

“En la primera etapa comenzó el movimiento de tierra que había quedado aplazado. Luego continuó la edificación de unas oficinas como facilidad temporal, las cuales eran de madera.

“En el 1986 se levantó la unidad inversionista y posteriormente las primeras secciones de la planta que con el tiempo se fueron ampliando.

Aunque el objetivo inicial era otro, comenzamos produciendo las máquinas de riego para la agricultura y desde entonces esa producción distingue a la Emba.

“Para fortuna nuestra el 12 de junio de 1989 Fidel inaugura la empresa y ese fue un día especial e inolvidable”.

Según cuenta esta fundadora inicialmente no se llamaba Emba, pues tenía un nombre con muchas siglas que es difícil recordar. En esos años inaugurales  muchos de los que se estrenaban en estas labores eran  muy jóvenes, la mayoría graduados de ingenieros mecánicos, incluido el actual director Luis Alberto Suárez Reina.

“Llegaron aquí y los enviamos a Holguín a la fábrica de combinadas cañeras, conocida antiguamente como KTP, y a la planta de implementos y equipos agrícolas Héroes del 26  de Julio para que se capacitaran. Esa primera etapa de 1986 a 1989 fue trabajando en el proyecto de lo que sería esto y en el montaje de todos los equipos.

“Fue una obra maratónica donde se podían ver muchos equipos pesados que preparaban el lugar porque era un terreno bajo y llevó muchos metros de relleno. Éramos un colectivo pequeño, con muchos jóvenes pero muy consagrado. Los recién formados solo cobraban un estipendio”.

Sobre los desafíos rememora que estuvieron, fundamentalmente, en que en el año 1989 ya comenzaba a tambalearse el campo socialista y poder mantener en pie a la empresa fue una ardua tarea. Por ejemplo, mantener la planta de galvanizado era muy difícil porque es un proceso costosísimo, entonces el gran reto fue continuar trabajando en la fábrica y salir adelante a pesar del período especial tan duro que atravesó Cuba en los años 90 del pasado siglo. No obstante fueron creciendo.

“Aunque hoy la Emba crea otros surtidos, su principal producción son las máquinas de riego, y a pesar de mi traslado posterior a otras provincias y tareas, nunca olvide este entrañable lugar. Y no lo borré de mi mente porque recuerdo con mucho cariño la etapa de capacitación de los jóvenes y el amor con que trabajábamos”.

Antes de concluir la entrevista Moreno López quiso enviar un mensaje a las nuevas generaciones de trabajadores, a quienes aconsejó tener sentido de pertenencia porque es una manera más de defender la Revolución.

“Para mí es muy importante amar lo que se hace y el lugar donde lo hacemos. Me alegra que muchos de los que hoy peinan canas en esta empresa los recibí jovencitos y nunca preguntaron cuánto iban a cobrar, si no cual era la tarea a cumplir, muestra de que lo relevante, era ser útil”.

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  1. LA ALEGRIA DE VER A MI PROFE BIEN HA HECHO QUE LAS LAGRIMAS SALGAN DE EMOCION, SOLO DECIRLE QUE YA SOY UNA PROFESIONAL Y QUE TRABAJO EN SALUD PROVINCIAL DE CAMAGUEY, GRACIAS A USTED POR SU DEDICACION EN LA UNIVERSALIZACION DONDE FUE NUESTRA GUIA EN LOS AÑOS 2007. GRACIAS PROFE POR SER TAN ESPECIAL, TAMARA PEÑA FONSECA

  2. BELLA ISELA LA ABUELA DE PATRICIA EXCELENTE PERSONA, HOY MI HIJO GRACIAS A ESTA REVOLUCIÓN TRABAJA COMO INGENIERO ELÉCTRICO EN ESTA PLANTA , EN EL SERVICIO SOCIAL DESPUÉS DE EGRESADO DE LA UNIVERSIDAD DE ORIENTE.

    SALUDOS