Los signos de la cooperación

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Por Sara Sariol Sosa | 24 marzo, 2020 |
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FOTO/ Luis Carlos Palacios Leyva

En el atelier La Pelota, en Bayamo, varias adolescentes se concentran en la confección de nasobucos, una faena que han asumido con elevada responsabilidad, a pesar de que en muchas jornadas se dedican a esta desde temprano en la mañana y hasta las 12 de la medianoche o una de la madrugada.

Sofía Ramírez Cedeño, administradora de la unidad, insiste en reconocer la dedicación de estas muchachas, estudiantes de la enseñanza politécnica en la especialidad de costura, quienes viven hoy una experiencia singular, en la cual se fusionan el principio de cooperación frente a la Covid 19, y la posibilidad de entrenamiento práctico de la labor en que se emplearán en el futuro.

Ese sentido de aportación colectiva ha convocado también, a través de la Federación de Mujeres Cubanas, a costureras particulares, fuerza conjunta que al menos en La Pelota ha permitido ofertar a la población alrededor de tres mil unidades de los citados elementos de protección, con tejidos dispuestos por el propio establecimiento, además de otras cifras considerables con la tela que la población y organismos le han proporcionado.

Ramírez Cedeño, destacó a La Demajagua, que el atelier que administra, y que tradicionalmente confecciona artículos de canastilla, también se ha ocupado en estos días, en la confección de un centenar delantales de naylon para el personal del sector del Comercio que labora en los puntos de venta de hipoclorito.

Todo este aporte frente a la amenaza que representa una de las más grandes pandemias que ha afectado el planeta en los últimos años, tiene expresión en todos los atelieres granmenses.

Xiomara Armas Arias, jefa de la unidad de servicios técnicos y personales de Bayamo, que atiende los ocho municipios de la zona del Cauto, donde están accionan en total cinco atelieres, resalta que estas en conjunto han fabricado alrededor de 10 mil nasobucos con tejidos propios, y otras cifras considerables con la materia prima que les han sumistrado organismos como CIMEX, Transporte y Educación, para asegurar la protección de sus colectivos de trabajadores.

Las labores de marras, en las cuales se han involucrados mujeres cuentapropistas, continuará en estos días, y quedarán registradas en la memoria tanto de este, como del resto de los territorios del país, cual inigualable signo de la unidad que caracteriza a los cubanos, y que se eleva en días de inevitables contingencias.

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