Brasilia, – El ex presidente volverá a tomar hoy carretera con la Caravana de la Esperanza, esta vez para recorrer el estado de Minas Gerais y continuar auscultando la realidad de Brasil.
En el Valle del Acero, una de las cunas del Partido de los Trabajadores (PT) comenzará el periplo por tierras mineras, que se extenderá hasta el día 30 y en el transcurso del cual Lula visitará siete regiones y 14 ciudades, de acuerdo con el programa inicial.
Un acto en defensa de la soberanía nacional en la localidad de Ipatinga será el primero en el cual participe el ex dignatario, quien tiene previsto además visitar universidades y campus universitarios; el complejo industrial y un proyecto de irrigación por goteo en Montes Claros; y la Casa-museo Guimaraes Rosa, entre otros.
Ahora voy a recorrer Minas para conversar con el pueblo y saber qué hacer para ayudarlo, anticipó el fundador del Partido de los Trabajadores en una entrevista concedida la semana pasada a la radio Super Noticia FM, de Belo Horizonte.
En sus declaraciones, Lula recordó además que en la primera etapa de la caravana por el Nordeste del país, en agosto último, pudo percibir que la pobreza, el hambre y el desempleo están regresando a Brasil.
‘Estamos perdiendo los derechos que conquistamos en los últimos años’, lamentó.
Durante los gobiernos del PT, en Minas Gerais fueron creadas tres universidades y 16 campus universitarios, así como 43 escuelas técnicas, lo cual permitió expandir la educación superior al interior del estado y hacia otras regiones hasta entonces olvidadas, significó el diputado federal Reginaldo Lopes.
Por otra parte, más de cuatro millones de mineros fueron beneficiados con medicamentos gratuitos; un millón 100 mil familias se integraron al programa social Bolsa Familia, y más de un millón de ciudadanos lograron salir de la pobreza extrema, remarcó el legislador petista.
El proyecto Lula por Brasil es una iniciativa conjunta del PT y la Fundación Perseu Abramo, que lanzó la plataforma de participación ciudadana ‘El Brasil que el pueblo quiere’, con el objetivo de elaborar una estrategia para el futuro del país.
Víctima desde hace tres años de una obstinada persecución judicial y mediática, Lula cumplió la primera etapa de la llamada Caravana de la Esperanza entre el 17 de agosto y el 5 de septiembre pasados.
En ese lapso recorrió los nueve estados del Nordeste del país, visitó 58 ciudades y sostuvo decenas de encuentros que, según su propio decir, le permitieron abrazar a miles de personas con olor a polvo, a esperanza y a sueños.
No sé qué pasará de aquí a las elecciones presidenciales de 2018; pero si los aliados del PT y el Frente Brasil Popular quieren y llego a ser candidato será para ganar y probar que un tornero-mecánico es más competente que las élites brasileñas para recuperar la economía y el prestigio de este país, afirmó al cierre de la gira.