Maduro ratificó la voluntad de levantar las banderas de la independencia y el respeto a Venezuela, ante las pretensiones de la oligarquía de perpetrar un golpe de Estado mediante la instauración de un gobierno paralelo con apoyo de Estados Unidos.
‘Jamás vamos a rendir las armas y las banderas de la República ante el imperialismo y ninguna bota insolente que pretenda sacar nuestro suelo sagrado’, aseveró el mandatario venezolano.
El presidente de Venezuela arribó al Cuartel Páez tras una marcha realizada desde la Academia Técnica Militar Bolivariana de Maracay, acompañado por el alto mando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, entre otras autoridades.
La rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, liderada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez, buscaba acabar con la decadencia del sistema político imperante y con la aplicación de políticas neoliberales que afectaban al pueblo venezolano.
Tras la frustración del levantamiento, Chávez asumió públicamente su responsabilidad, y al dirigirse al país a través de los medios de comunicación manifestó su célebre frase ‘por ahora’, con la cual aseguraba la continuidad del movimiento revolucionario.