Caracas, – Venezuela inicia hoy un nuevo ciclo por la democracia y la paz luego de la juramentación este miércoles del presidente, Nicolás Maduro, para su segundo período en el poder, contemplado entre 2019 y 2025.
Con el compromiso de llevar las riendas del país hacia un mejor destino, el jefe de Estado ratificó la víspera encontrarse preparado para enfrentar además las presiones en su contra del Gobierno de Estados Unidos y sus aliados.
En su discurso de asunción, el mandatario consideró su toma de protesta un aporte a la paz de la nación, de acuerdo con lo establecido en el artículo 231 de la Constitución, que establece la juramentación ante el Tribunal Supremo de Justicia si por situaciones sobrevenidas no pudiera realizarse ante el Parlamento.
Al respecto, Maduro recordó que la Asamblea Nacional (AN) -en desacato- de Venezuela, opera al margen de la ley desde 2016 luego de juramentar de forma ilegal a tres candidatos a diputados del estado de Amazonas vinculados a un proceso fraudulento.
‘Este nuevo mandato es un acto de paz, porque cumple con la palabra de la carta magna, son eventos que suman un conjunto de fuerzas políticas e institucionales de tranquilidad para el pueblo’, enfatizó.
Asimismo, reiteró que su programa de Gobierno se enfocará ahora en alcanzar la prosperidad social y económica, en la lucha contra la corrupción así como en la construcción del socialismo del siglo XXI para un mejor futuro.
En ese sentido, Maduro adelantó el anuncio de nuevas estrategias económicas como parte del programa de recuperación que impulsa el Ejecutivo para enfrentar la guerra que ataca las finanzas internas desde 2013.
Durante su comparecencia ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), prevista para el próximo lunes, el mandatario presentará dichas propuestas así como la línea de Gobierno para el período que ahora comienza, anunció.
Asimismo el presidente venezolano ratificó su intención de profundizar la lucha contra la corrupción para generar los cambios pertinentes e iniciar la ‘corrección profunda de los errores de la Revolución bolivariana’.
‘El enemigo más grande es el imperialismo estadounidense, pero el peor de todos es el corrupto. Estoy obstinado de la indolencia y el burocratismo que daña la vida del pueblo’, sentenció.
La apuesta por una sociedad superior requiere fortalecer los principios y valores, por lo que Venezuela debe desplegar una lucha moral y espiritual en el país por la honestidad, la eficiencia y los buenos servicios, agregó.