Manzanillo.- Lejos estaba de sospechar el Rey Fernando VII, de España que al firmar el 11 de julio de 1792 la orden que confirió el título de ciudad a esta costera urbe, la rúbrica comenzara a estamparse como una estremecedora marca de amor en el alma colectiva del pueblo.

Iniciaba a tejerse así una historia que hoy sazonan la cultura, tradiciones, revolución, patriotismo y esfuerzo de hombres y mujeres orgullosos de que por estos lares fuera el primigenio grito de independencia.

La conocida como Perla del Guacanayabo, pues la ciudad la baña las aguas del Golfo de igual nombre, se declara independiente de Bayamo en 1830 y dos años más tarde se le concede el Escudo de Armas, en honor a la valentía de los pobladores.

La Sala nro. 2 del Museo Municipal es testimonio de lo acontecido durante aquella etapa y resguarda los exponentes y planos que son el reflejo vivo de los inicios de la Villa.

Añeja y cercana, cálida y jovial, Manzanillo celebra hoy 227 años para beneplácito de quienes privilegiados por la historia residen en este paraje cubano.

Y es que la ciudad del Golfo de Guacanayabo atrapa desde que se conoce: sus mujeres enamoran y los hombres abrazan con la carga de sentimientos que brotan de la camaradería y la afabilidad.

Decir Manzanillo es lo mismo que hablar del sol y el salitre, de la liseta frita, de Glorieta, orquesta Original, de carnaval y Ron Pinilla, símbolos por los que lugareños y visitantes profesan amplia predilección.

Para Federico Hernández Hérnández, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Granma los manzanilleros defienden de manera absoluta nuestra historia de unidad, patriotismo y rebeldía, de nuestros valores y las esencias de la Revolución.

“Una gente con mucho compromiso con la Revolución, Fidel, Raúl, y Díaz – Canell” expone Manuel Santiago Sobrino Martínez, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular y valora a los manzanilleros como trabajadores, disciplinados, y personas con mucha fe en el futuro y deseos de crecer y desarrollarse.”

Similar convencimiento posee el Premio Nacional de Música y maestro de juventudes Wilfredo Pachy Naranjo, director de la Orquesta Original de Manzanillo.

“Lo más importante que me ha sucedido, como ser humano, es haber nacido en esta tierra. Este hecho me ha dado identidad e idiosincrasia, cosas que me han acompañado toda la vida y aún me conducen porque estoy aquí, vivo y seguiré aquí mirando al mar de mi Manzanillo querido”, expresa el eminente pianista.

Muchos son los hijos que desde cualquier ámbito de la vida enaltecen la ciudad. Así sucede con el joven doctor Jerry Coello Consuegra, especialista en ortopedia pediátrica, líder de un equipo que en 2017 realizó, por primera vez en Cuba, una compleja intervención quirúrgica para rectificar en un infante de dos años una luxación de rótula bilateral.

Hoy Coello Consuegra, junto a su esposa, también doctora, cumple misión internacionalista en la República Árabe Sarahuí Democrática y Popular.

Mediante la red social Facebook me comenta: “Se extraña todo hermano: el olor del mar y sus olas, el Parque Carlos Manuel de Céspedes, la elegancia de la Glorieta, y la energía y cariño que transmite la gente en su ir y venir por la calle José Martí.

Con la nostalgia acariciando los dedos sobre el teclado de la computadora Jerry dice que también echa de menos a la familia, especialmente a los hijos, y en esta etapa de verano “los toques de tambores en los ensayos de las comparsas, preámbulo de las congas en la fiesta mayor: los carnavales de agosto.”

La Perla del Guacanayabo tiene una brillantez única y a sus 227 años de esplendor permanece “tatuada” como hermosa y elegante marca de amor en el alma y el corazón de su pueblo.